5. Biblioteca

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Hey,
Capítulo largo: +2000
*Se refiere al beso entre Seokjin y su profesor.
*Tirar: Follar, Sexo, Coito, etc.
                             ____*____

Casi nueve de la noche y Taehyung no mostraba ninguna señal de querer llegar.

Seokjin estaba parado frente al armario común con la pijama puesta, no dejaba de hablar desde su llegada al dormitorio. Jimin trataba de prestarle atención, juraba que sí; sin embargo, la salud de su ausente amigo le intrigaba más que su candente besuqueo* con el profesor de economía.

— Jinnie — llamó — ¿Sabes algo de Tae?

— ¿No me prestaste atención, mocoso? Te cuento mi primer avance con el bizcocho del profe Jung y me mandas a callar. — respondió con reproche — Y no, no sé nada de Tete. Seguro anda en la biblioteca, ahí vive la ratilla esa.

— Me preocupa que no venga a dormir temprano. En todo el ciclo lo habré visto venir a dormir solo un día, Jin.

Seokjin suspiró sentándose al borde de la cama donde dormía.

— Escucha, Minnie. Taetae es diferente a nosotros, él ha estudiado toda su vida de esta manera tan intensa. Su madre... ¿si la conoces, no? — Jimin asintió — Es bastante estricta en ese aspecto. Déjalo estudiar, esa es su manera de vivir.

— Tienes razón.

— Claro que sí. Ahora... — se paró volviendo a su armario —... ¿en qué me quedé? ¡Ah, sí! Me dijo...

Jimin rodó los ojos antes de pararse y comenzar a cambiarse la ropa. La opresión que sentía en el pecho por Taehyung no lo abandonó el resto de la noche ni el día siguiente, aunque lo haya visto despertando feliz en su cama soltando feromonas de satisfacción. Por ello, la siguiente noche, esperó despierto a que dieran las doce en punto para darle una visita rápida a su compañero faltante. El rubio cambió de posición lentamente sobre su cama, asegurándose del estado inconsciente de su compañero antes de pararse hacia su baúl. Sacó su bolsita de chocolates dispuesto a compartirlos con el omega moreno adicto a la biblioteca.

Ya en la escalera miró hacia los costados esperando no ser pillado por algún guardia o coordinador de grupo que hacía la vigilancia de noche. Movía la linterna en todas las direcciones posibles mientras se acercaba a la biblioteca más cercana de su torre, entreabrió una de las grandes puertas de roble e ingresó primero un ojito tratando de visualizar la cabeza de su compañero ahogado en libros.

Pero no lo vio.

Ingresó a los pasillos apuntando sin cesar las mesas de madera. Todas completamente vacías, ni un libro ni una hoja, mucho menos algún cuerpo. ¿Qué caraj*s? ¿Dónde está Taehyung?, pensó el omega. Tragó saliva mientras escenas bizarras y extremistas aparecían en su cabeza, temiendo que sucedieran con su inocente amigo; la tristeza en su pecho volviéndose miedo. Cuando su respiración comenzó a volverse errática supo que tenía que parar, estaba exagerando. Taehyung era el número uno en sus clases, el chico era un erudito en cualquier materia tanto física como teórica y sabría cómo defenderse o salirse con la suya, aunque era casi imposible que le sucediera alguna tragedia en aquel lugar; es decir, estaban en un internado de puros omegas y con un toque de queda.

De todas maneras, el miedo comenzó a superar cualquier otro sentimiento. No debería irse muy lejos, pensó. Tal vez si buscaba más al fondo. Si seguía hasta la última mesa, la más alejada y abandonada.

Entonces, tal vez...

Un grito.

Jimin se ocultó rápidamente detrás de uno de los estantes. ¿Eso qué fue?
El corazón del omega palpitó estruendosamente sobre su pecho, podía escucharlo en sus sienes martilleando con locura. ¿Y si la bibliotecaria no se iba nunca de este lugar? ¿Si aquello fue un grito de reprimenda o de dolor? ¿Un grito de su amigo? ¡Hola, dios, soy yo de nuevo!

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