A la mañana siguiente me levante temprano ya que Deth nos mostraría donde podíamos entrenar al parecer su madre le había dejado todo un campo de entrenamiento para practicar, ellos tenían conocimiento de como podían controlarlo o que podían hacer yo solo tenia la información de la noche anterior que gracias a mi memoria fotográfica podía recordar con facilidad.
-Buenos días Venus.-escuche decir a Dean desde lejos, venia tallándose los ojos y con su voz ronca exigía a Deth saber donde había comida.
-Bueno días.-dije por lo bajo.
-Por dios Dean llevas usurpando el refrigerador de mi cocina e incluso mi alacena por muchos años y tienes el descaro de decirme que donde esta, estas loco tío. -decía Deth con fastidio.
-Bueno yo en realidad no se donde hay comida o si me dicen donde puedo ir a comprar se los agradecería, dije intentando no parecer una aprovechada.
-Que tontearías dices, siéntate prepare roles de canela.-decía deth mientras me indicaba el sitio.
-Gracias pero en verdad no se si sea lo mejor, digo ya prácticamente vivo en tu casa no quisiera abusar sabes.-decía tímidamente.
-Para nada es bueno tener una chica en el equipo.
-Bueno... si ella no quiere comer con gusto puedo devorar su porción.-Decía Dean con ojos de suplica, realmente el Dean de hace unas semanas era completamente distinto al Dean que conocí ahora.
-Suelta ahí salvaje.-gritaba Deth por los altos
No podía imaginar los grandes cambios de mi vida en tan poco tiempo, primero solo era una chica pobre en un pueblito buscando una cura para su madre, después soy una millonaria chica que asiste a una escuela de leyes exclusiva con amigos y finalmente la última descendiente de la legión del fuego.
Desayunamos tranquilos, debía reconocer que verdaderamente Deth sabía cocinar increíble, yo jamás logré hacer nada sorprendente solo comida fácil para sobrevivir.
Salimos al patio trasero donde las cosas estaban preparadas para poder empezar a entrenar.
-De acuerdo Venus no sabemos el alcance de tus dones o como se manifiestan pero debes tomar toda la energía y proyectarla al exterior, el fuego fluirá dentro de ti solo necesitas entenderlo y confiar en ti misma.- decía Deth haciéndome una señal para que comenzará.
En los libros de la noche anterior se hablaba de como el fuego se había manifestado en guerreros y en mi madre, así que solo trate de enfocar mi energía pero no lograba hacerlo. Pero el recuerdo de mi madre me relajo lo suficiente para que una pequeña llama se presentará en mi mano.
-woooow, que rayo?!!.-decia Dean con la cara pálida
- ¿Qué pasa?-pregunte angustiada ante su cara.
-¿Cómo pudiste hacer eso sí no había fuego?
-No lo sé, solo pensé en lo que dijo Deth y esto salió.
-Solo los dioses y guerreros más fuertes pueden dominar sus dones en esa magnitud Venus.
Me gustaba la sensación de tener poder pero no la de no tener el control.
-Debes seguir practicando Venus.
Seguí haciendo cada una de las cosas que leía en el libro, después de practicar con mis dones, debíamos entrenar combate cuerpo a cuerpo sin dones era importante según Deth saber ser independientes de los dones.
-De acuerdo Dean enséñale a Venus como se pelea.-decia Deth
Dean me miró con una gran sonrisa en su rostro y sus ojos azules se oscurecieron haciendo notar lo mucho que deseaba este momento.
-No tendré piedad contigo princesa que quede muy claro.-decia Dean mientras me lanzaba unas dagas.
Lo que los chicos aún no sabían claramente es que mi madre quizá no me entreno con mis dones pero si me preparo para pelear decía que las mujeres debíamos prepararnos para saber defendernos de todos y todo.
-No necesito tu piedad Dean.
Esquive las dagas con facilidad tenía una puntería horrible, me acerque para que el objeto de sus manos tuviera menor impacto en mi cuerpo lo golpeó repetidas veces en el abdomen y cara, me toma de los brazos y me da un rodillazo, me tira al piso y sigue pateandome sin piedad, cuando Deth estaba apunto de intervenir, tome su pie e hice que tropezara para caer al suelo me monte arriba suyo y comencé a golpearlo sin parar hasta que una irá se desató en mi y me indico justo como podía acabar con la vida de Dean fácilmente. Al despertar de aquel trance me encontraba ahorcando a Dean, rápidamente quite mi agarre y retrocedí.
-Vamos princesa, veamos que tan buena eres con el arco.- Dean lo lanzo con dirección a mi cara.Tome el arco y enseguida utilice las dos primeras flechas para inmovilizarlo, los hombres suelen actuar por instinto pero nunca piensan sus ataques, así que al inmovilizarlo podría acabar con el fácilmente, una de mis flechas se clavo en la pared tomándolo así de la camisa y la otra fue directo a fijarlo del pantalón a la pared después de eso apunte la flecha directamente a un lado de su cabeza, al soltar la flecha está corto ligeramente la mejilla de Dean, proclamando así mi victoria.
Dean se quitó las flechas y se adelantó con paso rápido a dónde me encontraba.
-Esa mierda que hiciste, me cortaste la mejilla.- gritaba exasperado
-Dean no puedes atacar sin piedad y esperar que tú oponente no regrese tu impacto con la misma o incluso más agilidad que la tuya.
-Eres una jodida chica Venus, estás igual de jodida que nosotros, bienvenida al mundo de los dioses.-decia Dean con tono sarcástico.
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La ultima descendiente
Teen FictionHace exactamente mil quinientos milenios, cuándo la tierra comenzaba a crecer y la creación de las cosas emergía, los dioses, sabían que debían crear un ente que pudiera disfrutar de las grandes maravillas que ahí habían nacido, así que creo a un gr...