Capitulo 5. La fiesta

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Me levante realmente tarde tenia clases a las 8 y ya eran 10:30, decidí faltar las primeras 4 horas por que no me apetecía encontrarme con el grupo de amigas de Deth, que por cierto hoy era su fiesta, una parte de mi quería ir pero la otra realmente tenia miedo de disfrutar de la vida, aun que había crecido creyendo que soy una chica normal jamás había podido disfrutar mi juventud.

Llegue a la universidad cuando una voz me gritaba a lo lejos.

-Hey nena, por aquí, tu dios te espera.-Era el tonto de Iván haciéndome señas a lo lejos, en ese momento me plantee la idea de que tal vez Iván podría ser uno es decir era muy guapo, encantador y sin duda el egocentrismo de un dios. 

-¡Hola! oigan chicos ¿Quieren ir a una fiesta? me a invitado Deth será en casa de Dean y me ha dicho que les gustaría ir a ustedes, así que ¿Qué dicen?

-Claro que iremos, sabes jamás nos habían invitado a una de sus fiestas.-Me decía iban con asombro.

-Wow eso no lo esperaba.

-Pues claro que no cielo, es decir puedes verme y creer que soy lo mas genial pero a veces  mi belleza y encanto no es suficiente para abrirse paso al mundo, la plata es lo que hace falta en esta difícil ecuación llamada vida.

A veces me preguntaba si en verdad Iván creía todo lo que el se decía o debía repetirlo fuerte ante todos para creerlo en realidad.

Me aleje de los chicos tenia practica de tiro con arco y debía cruzar las albercas para poder llegar a mi destino.

Mientras iba caminando pude sentir como alguien me miraba con firmeza al voltear pude encontrarme con esos ojos azules que me despertaban miedo pero a la vez desagrado, Dean no dejaba de mirarme, impaciente como si algo fuese a pasar.

Sin ver por dónde caminaba caí a la alberca y sentía como el agua me inundaba los pulmones, no sabía nadar, me daba miedo el mar, las albercas e incluso me ahogaba el la bañera, sentía como cada vez mi esfuerzo por salir a la superficie se hacía inútil. Me deje caer.

De pronto unos brazos me abrazaron para sacarme de ahí ya a un lado de la alberca estaba acostada tratando de respirar e intentar ver a aquel que me había sacado de ahí. Cuando abrí los ojos pude ver el rostro de Dean empapado y sus ojos me miraban con cierta preocupación cuando pude ponerme de pie se alejo de mi y sin más camino con su equipo de natación. Yo quería darle las gracias, pero lo que dijo el freno mis palabras de agradecimiento casi al instante.

-Tienes que tener más cuidado, no nos gusta que a nuestra piscina le caiga basura.- Decía Dean viéndome burlón.

Sus amigos se reían de sus comentarios, eso hacia arder mi sangre, no podía creer que por un minuto creí que tal vez era una mejor persona pero me había equivocado.

Jamás fui de las chicas que salían corriendo de los problemas, siempre los tome de frente.

-¿Cuál es tu problema Dean? ¿Acaso tu frágil ego se ve amenazado por mi?

Su mirada era fría y desafiante pero no dejaría que pensará que soy débil.

- Venus tú no puedes amenazar a alguien más que a ti misma, observarte eres patética.- Su sonrisa blanca se hizo presente.

Y solo dio la vuelta ignorándome como si esa hubiese sido su victoria.

-Dean cariño, no puedes fingir tener poder cuando no lo tienes.

Le sonreí de la misma forma que el lo había hecho, jugando con mi cabello mojado di media vuelta y avance a mi práctica de tiro con arco.

Dean se había metido con la persona equivocada.

La ultima descendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora