Después de desmayarme aquélla noche en la fiesta desperté en un cuarto que obviamente no era el mío, tenían machas las paredes y la humedad se sentía en el ambiente, un escalofrió recorrió mío espalda, debía salir de aquí de inmediato, en mi cabeza pasaban mil ideas sobre lo que pudo haber pasado y cada una de ellas me repugnaban.
-Debemos mantenerla ahí encerrada, no podemos dejarla libre, no sabemos si es capaz de conjurar fuego, o que alcance conoce de su poder señor, es un peligro, todos sabemos que si la dejamos libre desatara el caos tal y como decía la profecía señor.
Escuchaba esa voz a lo lejos, con gran desesperación se oían sus palabras, pero que mal podría hacer si ni siquiera conozco mi don.
-No podemos dejar a mi hija aquí encerrada, ella deberá cumplir con sus destino tal y como se ah dicho y lo sabes.
-Señor pero si dejamos que todo siga su curso, la perderá para siempre.
-Debe existir un equilibrio en la creación, si no la hay todo podría desaparecer y si debo perder a mi propia hija lo hare por el bien de la humanidad, su madre la escondió de mi todo este tiempo pero es hora de que tome su lugar.
Sus voces cada vez se hacían mas y mas fuertes hasta que llegaron a donde yo estaba.
De pronto un señor que aparentaba unos 30 años se asomo por el umbral de la puerta su tez era bronceada, bajo sus labios se extendía una enorme barba que no permitía ver mas facciones y de pronto de sus labios soltó...
-Venus Vasni, hija, es momento de reconocer tu poder.
-Tu... tu eres el, ¿Por que jamás estuviste con nosotras? ¿Te fuiste por que nunca pude conjurar fuego?.-le decía a mi padre el autentico dios del fuego.
-Yo no me aleje, al nacer tu madre desapareció junto contigo, te obligo a creer que eras ordinaria, mintiéndote todos estos años cuando en realidad tu madre solo limitaba tu potencial.-escupia mi padre ante mis preguntas.
-¿Que dice esa profecía? ¿Por que quieres que muera?.-le decía con lagrimas entre los ojos.
Tantos años espere por conocer a mi padre, tenerlo cerca, que pudiera sentir lo que era el cariño de uno pero me había echo ilusiones en la cabeza todos estos años por que ahora solo sabia que el no haría nada por protegerme.
-Vasni, naciste con habilidades sorprendentes dignas de una diosa pero es preciso que aprendas de ellas para que puedas cumplir con tu destino. Permíteme enseñarte hija.
-Lo único que necesito es que me dejes ir, no quiero saber nada de ti, tengo que volver, mis amigos y los chicos me necesitan.- Pedía a mi padre casi suplicando que me dejara volver a la vida a la que me gustaba pertenecer.
Mi padre asintió con la cabeza, con toda serenidad abrió las puertas y me facilitaba el acceso para salir de ahí.
-Puedes irte Venus, puedes irte con tus amigos mortales, con los demás hijos de dioses que les importas un carajo, en verdad eres tan ingenua para creer que les importas, los conoces hace unos meses y por lo que se Dean te trata de la mierda y aun así pides volver con ellos, solo ten en cuenta lo que te diré Venus, cuando creas que puedes confiar en ellos es cuando mas pronto la espalda te darán hija mía.
Después de esa advertencia salí corriendo de ese cuarto, no sabia por donde salir ni siquiera tenia idea en donde estaba, me encontré con una puerta y la tome. Esta puerta se dirigía al bosque, corrí aun mas y al adentrarme al busque entendí que no podría salir de aquí y tal vez jamás volvería a ver a Iván o a Camila e incluso a Deth.
Pov. Iván
Era domingo en la tarde, las chicas y yo nos encontrábamos en casa, desde aquella fiesta no habíamos sabido nada de Venus no se apareció al día siguiente, ni al siguiente como si se la hubiera tragado la tierra, solo recuerdo que estaba hablando con Dean en la barra de los tragos pero no la volví a ver después de eso, llevábamos 4 días tratando de localizarla pero no había nada, no podíamos hacer un reporte formal por que no sabíamos de su familia o algo sobre ella.
-Ya no se que mas podemos hacer-Decía Camila jalándose el cabello.
-Necesitamos hablar con Dean.-dije ya resignado.
La verdad que no me apetecía encararlo el era muy idiota, jamás nos llevamos bien y dudo que eso haya cambiado.
A lo lejos pude ver las figuras altas que se rodeaban de chicas, los veía reírse y disfrutar el día como si no hubiese pasado nada.
-¿Qué carajos les pasa a ustedes?, Venus desaparecio en su fiesta y ustedes están como si nada!!
-Calmate Iván seguro debe estar acostándose con alguien.-decia Dean de forma descarada.
-¿Qué le hiciste? Después de que hablaron jamás la volvimos a ver.
-No tengo idea de nada asi que déjame.
No lo pude evitar más y me lancé sobre Dean lo derribe al piso y jamás pare de golpearlo en la cara hasta que de pronto la sangre se hizo presente en mis manos, yo no era así. Me levanté y salí de ahí.
La razón por la que no pude parar es que hace 10 años solía tener una hermanita, ella era divertida, intrépida pero un día, se la llevaron para jamás volver la buscamos por años y después de un tiempo el reporte forense se hizo y aquella chica que encontraron sobre las vías del tren era el cuerpo de mi hermana, mucho tiempo busque justicia pero jamás dieron con los responsables. Por eso es que quería saber dónde estaba Venus, su cara me recordaba mucho a mi hermana.
POV. Dean.
Después de aquel encuentro con Iván, me quedé desconcertado, puesto que vamos le habíamos revelado a Venus lo que éramos y la profecía era obvio que quisiera huir por eso que no la buscamos, pronto regresará.
-Dean debemos buscar a Venus, no sabemos nada de ella desde hace cuatro días, no creo que esté bien.-me decía Deth con su cara de buen samaritano.
-Le acabamos de decir a la chica una bomba de información es obvio que no esté, es decir yo me iría.
-Pero no tiene sentido Dean, ella quería encontrarnos, no le veo el sentido de que ahora se vaya.
En eso Deth tenía razón, pero no quería buscarla, por qué ese día la había tratado de la mierda, explote y Venus fue víctima de mi mal genio, si la encontraba debía pedirle disculpas, pero no podía hacerlo, no me imaginaba pronunciando esas palabras de nuevo.
-De acuerdo la buscaremos saliendo de clases.- accedí finalmente.
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La ultima descendiente
Fiksi RemajaHace exactamente mil quinientos milenios, cuándo la tierra comenzaba a crecer y la creación de las cosas emergía, los dioses, sabían que debían crear un ente que pudiera disfrutar de las grandes maravillas que ahí habían nacido, así que creo a un gr...