Wei Ying se encontraba en la entrada donde lo esperaba su muy enojado hermano.Apenas se acercó alcanzó a ver su distinguido ceño fruncido y, cuando éste lo divisó, se dirigió hacia él con pisadas fuertes y un grito que conocía muy bien.
- ¡Wei Wuxian!
Ay, me extrañó.
-Hola Cheng Cheng, tanto tiempo sin vernos. - No quería acercársele tanto porque apreciaba su vida, pero, bueno, el otro acortó la distancia de la mejor forma que sabía.
Agarrando el cuello de su playera y moviéndolo tal muñeco de trapo.
- ¿Dónde demonios estabas? ¡Estuviste desaparecido por dos malditas horas! No me contestabas el teléfono y te fuiste con un tipo que acababa de conocer, capaz y te había vendido a unos alumnos de séptimo grado y yo ni enterado. Si desaparecías, ¿qué se suponía que le diría a papá y mamá?
Se le hacía muy tierno que se preocupara a su manera, gritándole en la cara y actuando como si no le importara que desapareciera cuando en realidad sí le importaba.
Su hermanito era tan tierno.
-En primer lugar, estaba en una cafetería cercana y no me di cuenta que tenía mi teléfono apagado. En segundo lugar, ¡Lan Zhan no es ningún extraño! Ya te dije que era mi mejor amigo en la primaria.
-No sabes qué estuvo haciendo estos años, capaz y se hizo un drogadicto a la cocaína y tú compartiendo saliva con él.
-Ehh, Lan Zhan no es así. Sí, estuvimos hablando un par de horas, pero era para ponernos al día. ¡No sabía nada de él desde que tengo nueve años, Jiang Cheng! Es normal querer platicar como viejos amigos.
En realidad, se refería a que se estaban besando apasionadamente, pero típico de su hermano idiota, lo confundió con una simple plática. ¿Cuántos años tiene, tres?
-Como sea, regresemos al apartamento, todavía faltan cosas que desempacar. - Lo soltó sin previo aviso, casi tirándolo al suelo, mientras sacaba las llaves de su Chevy y se adentraba al estacionamiento sin siquiera mirarlo.
-Espera, no me he despedido de Huaisang. - Wei Ying empezó a mover su cabeza buscando al ojiverde, pero no lo veía por ningún lado. Casi sentía compasión por él, lo dejó por dos horas solo con su hermano enojón mientras tenía una crisis sobre si su hermano adoptivo había sido secuestrado por el sexy sobrino del director. Rezaría por él.
-Su hermano lo llamó y tuvo que regresar a su dormitorio, le dije que lo veríamos mañana. - Para este entonces, ya estaban sobre el carro del Jiang, colocándose sus cinturones. Su apartamento no les quedaba muy lejos de la universidad, pero aún así tenían prisa por llegar para terminar de una vez con la mudanza.
- ¡Perfecto! - Jiang Cheng había metido las llaves y se disponía a arrancar el vehículo. - Por cierto, Lan Zhan también comerá con nosotros. - Apenas arrancó, frenó con tal brusquedad que Wei Ying se espantó. - Oye, cuidado hermano, no quieres que un policía de Gusu te quite tu licencia.
- ¿Me estás jodiendo? - Jiang Cheng volteó a ver al vestido de rojo. No podía decir que odiaba a su amigo, pero definitivamente no le gustaría gastar su almuerzo con una persona que no tiene más de dos expresiones faciales. Ni que se está comiendo con los ojos a su hermano, aunque éste sea tan idiota que no lo sabe.
- ¡Vamos, lo vas a amar! Puede parecer frío, pero es muy amable y chistoso una vez lo llegas a conocer. Es un gran amigo.
- ¿Viste la forma en la que miró a Huaisang? - Miró incrédulo al chico, ¿cómo puede pensar que esa estatua es amable, o chistoso? Solo pudo sentir hostilidad de su parte, pero una vez miraba a su hermano sus ojos se ablandaban y parecía uno niño que le acababan de regalar su juguete favorito.
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No puedo vivir en un mundo donde no estés tú
RomanceA sus 2 años, el padre de Wei Ying por primer vez le dio una pelota de volley. A sus 8 años, Wei Ying conoció a un chico muy hermoso de ojos dorados. A sus 9 años, Wei Ying perdió a las personas más importantes para él. A sus 10 años, Wei Ying cono...