Pasó toda la noche sosteniendo la mano de Wei Ying, esperando que sucediera un milagro y mágicamente abriera los ojos.Pero no fue así.
Cada vez que Wei Ying movía un músculo de su rostro, aunque fuera diminuta la diferencia, Lan Wangji se levantaba de su asiento, listo para llamar a una enfermera en caso de volver a ver esos ojos grises.
Pero no pasaba nada, Wei Ying seguía con una expresión tan tranquila mientras dormía, como si cada segundo que pasara no destruyera a Lan Wangji.
No supo exactamente cuánto tiempo estuvo sosteniendo su mano sin parar, contestaba las llamadas de su familia de esa forma, con la mano fría de su amado en la suya. Así fue como lo encontraron los Jiang.
La primera en entrar fue la matriarca de la familia, azotando la puerta demasiado fuerte que una enfermera tuvo que llamar su atención. Pero a la madre/tía adoptiva de Wei Ying no le importó, desde que entró tenía una mirada seria, casi enojada, como si estuviera a punto de explotar. Sin embargo, cuando vio al joven que adoptó inerte en la pálida cama de hospital, esa expresión cambió. Lan Wangji notó cómo sus ojos se expandieron y el aliento se quedó atrapado en su garganta. Fue suficiente tiempo para que otra persona entrara a la habitación, Jiang Fengmian. El tío de Wei Ying, una persona seria pero amable, rebasó a su esposa y, al ver al chico que ayudó a criar, tuvo la misma reacción que la señora Yu y solo se quedó observando, boquiabierto, con su mano en el hombro de su esposa.
Como si no pudieran creer lo que veían sus ojos.
Pero hubo una persona que apenas entró no se mantuvo quieta y salió corriendo al lado de la cama de hospital, quedándose parada y acercándose a su hermano, sin importar que Lan Wangji estuviera cerca de ella, sosteniendo la mano de dicha persona.
—¡A-Xian!
Jiang Yanli, podía deducir por todo lo que le había dicho Wei Ying sobre su querida hermana. Era una mujer mayor que en circunstancias normales se vería hermosa, pero en ese momento sus ojos estaban inyectados en sangre, su nariz y rostro demasiado rojo por el llanto acumulado y su cuerpo pequeño que no dejaba de temblar. Podía notar por la apariencia de la familia que acababan de llegar de viaje, llegando directamente a ver a Wei Ying. De seguro acababan de recibir la noticia de su estado.
Podía deducirlo por la mirada de angustia en los rostros de todos los presentes.
Jiang Wanyin la seguía detrás, con una mirada cabizbaja que no se atrevía a mirar a nadie a los ojos.
Conocía esa mirada, Lan Wangji sentía lo mismo.
Arrepentimiento. No pudieron hacer nada por Wei Ying. Jiang Wanyin se lamentaba por no estar ahí cuando su hermano lo necesitaba.
Pero Lan Wangji nunca tuvo el coraje de decirle que la culpa no era de nadie más que solo suya, él fue el que dejó a Wei Ying, él fue el que decidió seguir sus deberes antes de su corazón.
Si iba a odiar a alguien, que lo odiara a él. El único culpable.
Los padres de familia parecieron salir del trance en el que se encontraban y se fueron acercando a paso lento a la cama de Wei Ying, quien no mostro ni el mínimo cambio en su cuerpo desde la llegada de los demás.
Jiang Fengmian se colocó a un lado de Jiang Yanli, que había empezado a pasar sus delgados dedos por el rostro de su hermano menor. Madame Yu pareció no querer acercarse tanto, quedándose en frente de la cama, por donde las piernas de Wei Ying estaban acomodadas.
Mientras Jiang Wanyin... ni siquiera se acercó. Se sentó en un sofá que quedaba en la habitación, alejado de la cama, y colocó su cabeza entre sus brazos. No habló, no levantó su mirada. Simplemente se quedó ahí sentado, solo con sus pensamientos.
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No puedo vivir en un mundo donde no estés tú
RomanceA sus 2 años, el padre de Wei Ying por primer vez le dio una pelota de volley. A sus 8 años, Wei Ying conoció a un chico muy hermoso de ojos dorados. A sus 9 años, Wei Ying perdió a las personas más importantes para él. A sus 10 años, Wei Ying cono...