2. Soul Matches

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- Valentina. - La mujer le tendió la mano, Juliana tardó un rato en reaccionar.

- Rocío. - Después de unos segundos de retraso, finalmente respondió. Valentina dio un paso adelante y la besó en la mejilla, su delicioso aroma invadió los pulmones de Juliana haciéndola suspirar. Intercambiaron una tímida sonrisa, las dos se miraban en silencio. Valentina se mordió el labio inferior mientras examinaba a Rocío de arriba hasta abajo, sin ninguna inhibición. Llevaba unos jeans ajustados, una camisa de seda blanca debajo de una chaqueta de cuero negra. Elegante y sexy.

- ¡Vale! - llamó Eva a su hermana, parecía estar explicándole algo a Valentina. Cuando Juliana vio la sonrisa traviesa en el rostro de Mateo, lo supo. Eva pasaría la noche con él en su casa.

- Nos vemos mañana en el hospital. - Mateo le susurró al oído cuando los dos compartieron un rápido abrazo de despedida. Juliana solo asintió y le guiñó un ojo para confirmar. - Está bien buena también la hermanita. ¡Usa tus malditos dedos antes de que se pudran! Vive un poco, bebé. Ya sabes

Le revolvió el pelo antes de volver con Eva. Mateo tomó a su cita por la cintura, le abrió la puerta trasera del taxi y se fueron.

Valentina se rió entre dientes al ver el cabello desordenado de Juliana, y la ayudó a peinarlo de nuevo a su lugar. Valentina colocó un mechón despeinado detrás de la oreja de Juliana, luego deslizó suavemente su pulgar a lo largo de su marcada mandíbula.

- Entonceees ... - Valentina se puso nerviosa, sin saber qué más hacer.

- ¿Puedo acompañarte a casa? - ofreció Juliana, esperando pasar un poco más de tiempo con esa hermosa mujer. Valentina asintió felizmente, la punta de su lengua atrapada entre sus dientes blancos perfectamente alineados. ¡Dios!

Sin prisa, las dos caminaron lado a lado, disfrutando de las luces de la ciudad en una agradable noche de verano.

- Entonces Rocío, ¿qué haces, trabajas con Adam en el banco?

¿Banco? Jajaja… El imbécil, sin lugar a dudas, se superó esta vez. Juliana rió internamente, su amigo es un caso perdido.

Lo que pasa es que Mateo nunca les cuenta a sus mujeres sobre su verdadera profesión. Cree que revelar que es un médico residente puede ser perjudicial para el "negocio". Un médico no tiene mucho tiempo libre; una vida social es casi inexistente.

Para compensar esta falta de vida social, se propuso una meta personal de conocer a cinco mujeres al mes, dormir con al menos tres de ellas y tal vez tener una para una segunda cita. Sin apegos, sin sentimientos. Juliana piensa que es un estilo de vida extremadamente errado y sexista, pero Mateo no escucha sus consejos. Para él, algún día, esta absurda estrategia de citas desenfrenadas lo llevará a conocer a la perfecta Sra. Luna y se asentará. Quizás, como le dijo hace unos minutos, Eva podría ser la candidata perfecta. ¿Quién sabe? ¡Dedos cruzados!

- Sí, trabajo con Adam. - No fue toda una mentira. Juliana y Mateo trabajan juntos, sí, pero en el hospital. Solo un pequeño detalle no revelado.

Se conocieron mientras estaban en la escuela de medicina y han sido amigos desde entonces. Fue un match instantáneo, son mejores amigos: almas gemelas. La mitad de la naranja del otro, en forma de la más pura de las amistades, por supuesto.

- ¿Y tú, Valentina? ¿También eres CEO como tu hermana? - Juliana escuchó a Eva decirle a Mateo que dirige una de las compañías farmacéuticas más grandes del país. Valentina se rió mucho después de la pregunta.

- De manera ninguna. Quiero distancia de cualquier negocio relacionado con la salud.

La respuesta truculenta sorprendió a Juliana. Dejó de caminar y vio a Valentina haciendo lo mismo después de un rato. Ésta entendió que le debía a Rocío una explicación a su reacción brusca. Valentina sonrió tímidamente y se limpió la garganta antes de volver a hablar.

Like Father, Like Daughter (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora