Warriors and Legends (Guerreros y Leyendas) [TERMINADA] ✔️✔️

CAPÍTULO XXXVIII

Ya falta poco.

Yo... Estaba en...
¿En dónde estaba en primer lugar?
Todo es tan confuso...
No recuerdo en qué momento hice esto.
No recuerdo haberles hecho esto.

Esos pensamientos cruzaban por mi cabeza mientras contemplaba con horror el daño que había a mi alrededor. Matt... James... Jéssica... Jason... Era. Todos ellos estaban desparramados en el suelo, golpeados y muy muy lastimados. Que clase de mounstro les había echo eso. Miré mis manos, manchadas de sangre y muy maltrechas. Estaba perdido y muy atónito, tal vez me había vuelto loco o tal vez había vuelto a ser como era antes. Todo era mi culpa.

—Tú... No... No te preocupes —escuché a la cercanía, se trataba de Jason quien dijo esas palabras con un tono muy agotado y a punto de desvanecerse —. No te preocupes por mí... Ni por ellos, ni por nada... Yo estaré bien. Voy a estar bien... Voy a estar bien —repitió con sus últimos alientos mientras cerraba sus ojos lentamente.

—¡NOOOO! ¡¡¡JAAASOOON!!! —grité arrepentido. Yo les había hecho eso a ellos. El único mounstro en ese momento, era yo.

Desperté al instante, respiraba fuerte y podía sentir como estaba bañado en sudor por esa maldita pesadilla. Por suerte todos estaban dormidos o al menos, eso comprobé a simple vista. Jéssica estaba sentada entre dos sillas y completamente dormida. Matt y James estaban sentados en el suelo mientras se daban la espalda el uno al otro. Y Era aún permanecía en el sillón perfectamente descansando mientras que por un lado Jason no estaba por alguna razón.

Decidí levantarme sin hacer ningún ruido aparte del crujir de las maderas del piso. Al salir hacia afuera sentí una brisa fresca y muy agradable, tal vez Jason tenía razón al decir que el aire era más puro ya que se sentía muy reconfortante.
Luego de sentarme sobre una viga de madera me quedé observando la hermosa bóveda celeste en el cielo, las estrellas estaban muy relucientes y hermosas. Después de todo, es posible que la contaminación del aire se esté desvaneciendo poco a poco, mostrando que las noches se vean como verdaderamente deben verse.

Suspiré pesado mientras recordaba el sueño que había tenido, esas palabras resonaban en mi mente... "Voy a estar bien". No podía sacarlo de mi cabeza, ¿por qué haría algo así? ¡¿Por qué a ellos?!

—Hasta incluso desde aquí podía escuchar tus pasos —escucho decir de Jason.

—¿No puedes dormir tú también? —pregunté ignorando lo que había dicho.

—Si algo como eso... —resongó al pararse sobre la viga donde yo estaba sentado.

—¿Qué haces despierto, Jason?

—Estoy de guardia —respondió sin apartar la mirada del cielo —. ¿Te sientes bien? Te noto algo... Extraño —prosiguió con un tono más interesado.

—Puesss, si. Estoy bien. Solo tuve una pesadilla no es tan importante —dije fingiendo con un tono despreocupado.

—Mmm... Esta bien —respondió al desviar la mirada hacia la lejanía.

—Oye quería preguntarte algo pero... —antes de que pudiera seguir, Jason me interrumpe.

—Shh. ¡Espera! —dijo tras alertarse por algo —. ¿Sientes eso? —preguntó con cautela.

—Eso como... Qué —respondí sin comprender absolutamente nada.

—El viento... —prosiguió a medida que sentía cómo la brisa aumentaba su intensidad —. No cabe duda. Están cerca.

                                         (...)
Narrador.

Dentro de la casa Era comenzaba a hacer pequeñas muecas al percibir agudas frecuencias con sus potentes oídos y al abrir sus brillantes ojos en la oscuridad, se percató que algo estaba por suceder. Su cola se erizaba sin razón aparente, sus instintos le advertían de un peligro inminente y sus sentidos comenzaban a agudizarse en señal de alerta.

Rápidamente salió por la puerta de enfrente mientras escuchaba el sonido del viento que se filtraba a través de las aberturas de las paredes de madera, pero al abrir la puerta Jonh la tomó por los hombros mostrando una actitud seria y acelerada.

—Jonh ¿qué estás haciendo? —preguntó al instante.

—Tenemos que irnos —declaró con seriedad mientras Jason cerraba la puerta a sus espaldas —. Hay que despertarlos.

—¿Qué? —preguntó confundida.

—¡Oigan arriba! ¡YA, RÁPIDO! —replicó Jason con voz alta y clara, despertando a todos al instante —. Tenemos que irnos ya AHORA.

—¿Qué pasa, qué ocurre Jason? —dijo Jéssica al despertar bruscamente.

—Los carroñeros están cerca. Está cambiando el clima —advierte con seguridad.

—Yo pude oír unas frecuencias. Están cerca de aquí —informó Era.

—¿Qué tan cerca?... —preguntó Matt en lo que todos quedaron en silencio. Dos segundos después, el sonido de un proyectil a punto de impactar en el suelo se escuchó a la cercanía.

—¡AL SUELO! —gritó Jason al arrojarse cuerpo a tierra junto con los demás. El impacto había caído a escasos metros de ellos junto con el sonido de otros tres proyectiles más —. MATT SÁCANOS DE AQUÍ ¡YA! —al juntarse entre todos en el centro de la sala y sujetarse de dónde pudieron, Matt usó su habilidad y los teletransportó a un lugar más seguro lejos de la zona de peligro. Al aparecer en un bosque considerablemente más frío que el de antes Jonh pudo percatarse que los había llevado a las montaña

—¿Las montañas? —pregunté extrañado y algo alterado por lo de hace un momento. Qué extraño, juraría que esto me trae recuerdos pero no sé el por qué.

—¿Tenías alguna mejor idea? —respondió con sarcasmo.

—Tenemos que movernos —nos ordenó Jason al ponerse de pie y extenderle el brazo a Jéssica para levantarla —. Matt ¿en dónde estamos?

—En un lugar seguro —respondió luego de mirar a su alrededor para reconocer el lugar —. Síganme.

                                        (...)

Luego de haber estado caminando durante horas, los primeros rayos de luz mostraron el sendero un poco más claro y la gran cantidad de pinos que habían hacia los costados. El canto de los pájaros y otros animales sonaban como música natural del entorno, como si fuera una cálida bienvenida para unos simples desconocidos como nosotros. Continuamos caminando colina arriba por unos cuarenta minutos, podía darme cuenta de que Era comenzaba a sentir frío debido al vapor que exhalaba por su boca, y por cómo se abrazaba así misma con un semblante que mostraba su esfuerzo por resistir el frío.

—Toma —dije al colocarle mi chaqueta sobre sus hombros mientras seguía avanzando a través de las piedras.

—¡Pero!.. ¿No la necesitas? —preguntó con preocupación a la vez que sentía cómo la temperatura bajaba drásticamente.

—Yo estoy bien. El frío no me afecta —dije sin mirarla a medida que llegábamos a la cima de la colina.

—¿Y ahora hacia dónde? —preguntó Skarson con un tono pesimista y agitado por la falta de oxígeno.

—Ya falta poco —respondió Matt luego de tomar una bocanada de aire y continuar por el sendero cuesta abajo.

—Espero que así sea.