CAPÍTULO XLV

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Un simple juego mental.

Luego de haberse puesto sus trajes de mala gana, los hermanos Lecter salieron de los vestuarios. Stark, quien los había estado esperando hacía diez minutos, se encontraba recargada contra un paredón liso con los ojos cerrados, de brazos cruzados y notablemente molesta por el tiempo que había estado esperando.

—Tarde. —Dijo a modo de reclamo.

—Lo lamento. Tuvimos un contratiempo —respondió Jason conservando aún su seriedad por el asunto.

—¿Los hermanos Halcom?

—Bingo. —Stark rodó los ojos.

—Esos idiotas nunca aprenden. Cómo sea tenemos que irnos. Era y Jéssica de seguro ya están listas. Andando.

(...)

En los siguientes cinco minutos, Ela junto a Era se pusieron al tanto de estos diez años a la lejanía.

—¿Entonces lograron entrar a la legión gracias a Blaker, y solo porque casualmente estaba ese día que los emboscaron? —Preguntó Era luego de entender la extensa pero detallada explicación de Ela.

—Así es. Tuvimos suerte de que lo hayan enviado a esa misión para reunir información. Nos salvó a nosotros pero mamá... Ella no... —su voz vaciló. Le resultaba difícil superar la pérdida de su mejor amiga y madre. Era entendía ese dolor. Entrelazó sus dedos con los de ella y le ofreció una mueca de comprensión.

—Tranquila, yo perdí a Derek hace ya casi tres años. Sé que duele. Él era mí única compañía en tiempos oscuros, y dolió verlo morir frente a mí. Pero dolió más el no haber estado ahí para pelear a su lado...

Ela abrió los ojos y sus pupilas rasgadas se abrieron mostrando un brillo tierno y sincero.

—Lamento eso. Me hubiera gustado molestarlo como antes, ¿sabes? ¿Seguía estornudando cuando le pasabas la cola sobre la naríz? —Era rió como una pequeña tras recordar esos momentos tan nostálgicos pero graciosos.

—Eso jamás pasará de moda.

De pronto ambas se detuvieron frente a un edificio el cuál estaba flanqueado por gigantescos ventanales negros haciendo imposible apreciar su interior. Y continuaron su recorrido bajo la mirada de las cámaras de vigilancia.

—Es aquí —anunció Ela—. Sus números deben ser... —se volteó y miró a Jéssica de cuerpo completo—, tú definitivamente un 2. Eso se nota. Y tú Era al igual que yo debes ser un 2 y medio.

Ambas se sorprendieron un poco. Había dado justo a su talle con solo observarlas.

—Veo qué tienes buen ojo —dijo Skarson haciéndolo sonar como un buen halago.

Ela sacudió su cabeza en dirección al edificio y subieron los escalones hasta la puerta de cristal corrediza la cual se abrió al detectar su presencia gracias a los sensores. El lugar por dentro olía a lavanda y todo estaba extraordinariamente limpio y acomodado. Los pequeños futones rojos hacían juego con las paredes y las baldosas oscuras del lugar.

Más adelante se encontraba una larga mesada oscura en donde yacía un hombre de mediana edad con una expresión amable y cordial.

Warriors and Legends (Guerreros y Leyendas)  [TERMINADA] ✔️✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora