Warriors and Legends (Guerreros y Leyendas) [TERMINADA] ✔️✔️

Capítulo XXXVII

Tenemos que movernos.

Desde que nos fuimos del distrito los días han pasado cada vez más rápido, no recuerdo cuántas veces estuvimos en medio del territorio enemigo o cómo nos las arreglamos para escapar o pasar desapercibidos en ciertos lugares, pero de alguna manera pudimos con ello. Y aunque todavía estamos lejos de encontrar al sujeto que asesinó al hermano de Era, estoy seguro de que cada día estamos más cerca de hallarlo.

Tras recuperar el bolso de Jéssica en la base militar pude averiguar que Gideon y su familia se habían marchado de ese lugar desde hace mucho tiempo sin decir nada o sin ser vistos, por lo que ahora solo nos queda indagar acerca de su paradero.

Las semanas transcurren, el tiempo vuelva sin detenerse mientras que la guerra parece no tener un fin. Muchas personas han muerto en batalla y ahora sus cuerpos decoran las calles de las que alguna vez llamamos ciudades.

Todo es un completo desastre a causa de la guerra y todo se ha perdido para siempre, tal vez Kaori tenía razón con lo que dijo, tal vez mi idea de salvar el mundo era estúpida sin tener en cuenta todo lo demás que conlleva, tal vez yo pensé las cosas como si fuera solo un niño y ahora que me doy cuenta de esto mis esperanzas solo disminuyen. La guerra es cruel y la realidad lamentable, el ser humano es egoísta y el mutante también lo es.

Mientras avanzamos con sigilo a través de las ciudades en ruinas, logramos atravesar los densos y vegetativos bosques y cruzamos bajo los desolados pueblos aledaños que solo mostraban lo mismo. La ciudad es un campo de batalla en dónde la destrucción y la guerra siguen sin cesar día y noche, pero en los bosques es completamente distinto ya que la vegetación había comenzado a retomar lo que le pertenece junto con los pueblos aledaños que fueron abandonados a causa de este conflicto y ahora en ellos solamente permanece el errante recuerdo de que alguna vez alguien estuvo en este lugar.

Decidimos pasar la noche en uno de estos pueblos y ya que Jéssica, Era y Matt fueron de cacería estaba seguro de que pronto volverían con quién sabe qué.

Mientras que Jason fue por agua a un río cercano a unos cuantos metros de aquí James y yo nos limitamos a observar como el hermoso atardecer se marchaba hacia el otro lado del mundo, en dónde quizás les otorgaría a los habitantes de ese otro lado un nuevo amanecer, y nuevas esperanzas.

—Oigan —dijo Jason al llegar con el bolso de Jessica colgando en su hombro —. ¿Tienen sed? —preguntó con interés al sacar una pequeña botella de agua.

—No gracias. Estoy bien. Mejor iré a prender el fuego —respondió James rechazando la botella con agua mientras se dirigía hacia la parte trasera de la casilla, en dónde estaba la inmensa hoguera que él había construido. Tras marcharse, Jason me miró fijamente con la botella en mano y con un simple gesto de ¿Quieres agua?

—Na —respondí solamente. Jason dejó caer el bolso al suelo y se sentó en una viga de madera que obstruía el camino.

—Sabes... El otro día cuando cruzamos por el puente de Cleveland, pude notar que ahora hay más peces en esa zona que antes. El agua está más clara y según los reportes de radio que hemos escuchado, el oxígeno es ahora un diecisiete por ciento más puro que hace siete años.

—Tal vez la guerra tiene algo bueno después de todo... —respondí sin apartar la mirada de las nubes, las cuáles se encontraban pintadas de una mezcla de naranja y violeta por la llegada de la noche —. Jason... —dije para llamar su atención.

—Dime.

—¿Cómo crees que termine todo esto? —Jason no respondió, pero en cambio se tomó su tiempo para pensar con claridad lo que iba a decir.