CAPÍTULO 27

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Siento la sangre escurriéndose desde mi frente hasta mi nariz, abro los ojos pesadamente, aún en el suelo puedo escuchar los gritos y los golpes de lucha, cuando logro levantar mi cabeza de las frías baldosas del salón siento un leve mareo, un tirón y observo a Hope de pie, viendo como fuego sale de sus manos mientras pronuncia palabras desconocidas para mí, enfrentándose al de Esther, una contra la otra, veo a la chica batallar mientras una gota de sangre se asoma por su nariz mientras la bruja original sonríe con arrogancia.

De pronto mi mente me manda una señal de alerta, ¡Alaric!

Volteo velozmente mientras escucho el sonido de vidrios rompiéndose, lo veo en el suelo con una estaca de madera en el estómago, inmediatamente me dirigí a su lado, con la vista borrosa por las lágrimas, coloqué su cabeza sobre mis piernas con cuidado.

Con gran temor acerqué mi mano temblorosa a su cuello en busca de un pulso, un signo de vida.

...

TRES DÍAS ANTES

Observo mi reflejo en el espejo mientras me permito observar mi cuerpo bajo el vestido negro de noche que elegí, coloco mis dedos entre mi cabello para acomodarlo, suspiro mientras no puedo evitar sentir preocupación al saber en dónde estaríamos en algunos minutos.

-Ten cuidado Caroline—Voltee, solo Klaus y yo íbamos a "la celebración", fueron muy específicos al decir que querían a ambos y solo a nosotros.

Asentí mientras le dedicaba una leve sonrisa que él me devolvió, preocupación, detonaba preocupación.

-¿Lista?—Escuché que decía Klaus detrás de él, que, inmediatamente fue al cuarto de las bebés, una sensación extraña recorrió mi cuerpo al pensar en ellas, y es que, la sola posibilidad de no volver a verlas me sacudió.

Ya me había despedido de ellas, no de esa manera, pero sí que lo había hecho un poco con esa intención, me debatí entre hacerlo de nuevo o no, pero sabía que si lo hacía tal vez decidiera no ir y no quería imaginarme las consecuencias de no atender a su llamado.

Asentí mientras lo miraba con su perfecto esmoquin negro a la medida, me ofreció su brazo mientras abría la puerta, antes de irnos no pude evitar posar mi mirada hacia la habitación en donde Alaric jugaba con las niñas, mis niñas, sacudí la cabeza mientras salía del apartamento ante la atenta mirada de Klaus que me miraba con algo de culpabilidad en sus ojos.

En minutos ya estábamos en el auto, el viaje transcurrió en silencio, no tardamos mucho en llegar al establecimiento, a diferencia de la vez que me lo mostró por primera vez, ahora estaba vacío, antes de que pudiera decir algo sentí como Klaus tomaba mis manos, mirándome a los ojos.

-Si algo sale mal quiero que me dejes—Yo le miré con el ceño fruncido—Caroline, necesito saber que me escuchaste.

-No—Dije firmemente mirándolo a los ojos.

Suspiró con impaciencia hasta que volvió a hablar.

-Por favor, si te pasa algo yo...

-No pasará—Le dije con toda la seguridad que pude aunque el miedo me invadía desde adentro.

-No lo sabes—Dijo ahora subiendo sus manos hasta mi rostro, aún en la oscuridad de la noche pude notar sus ojos brillar.

-Tu tampoco—Le dije mientras me permitía yo también subir mis manos hasta su rostro, notando su incipiente barba debajo de la palma de mis manos cuando escuchamos las puertas abrirse.

Las cosas cambian para bien o para mal...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora