CAPÍTULO 13

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CAPÍTULO 13

*POV CAROLINE*

Después de haber ido a mi última cita, decidí pasar por pizza para la cena, había tenido un día "inquietante" además de estar muy cansada así que no tenía ganas de preparar nada y cuando le propusé a Alaric la idea estuvo de acuerdo, él tampoco tenía muchas ganas de cocinar.

Al llegar al departamento me sorprendí de encontrar a Klaus en un sillón sentado mientras bebía algo de vino y me miraba atentamente, yo fruncí el ceño y él sonrió estúpidamente.

Al poner la comida sobre la mesa vi a Alaric saliendo de la habitación de las niñas, le pregunté con la mirada, el solo volteo los ojos y volteo a verlo, Klaus ya se había levantado

-Cuanta emoción-Dijo Klaus sarcásticamente mientras se sentaba en una de las sillas y tomaba un pedazo de pizza y se la llevaba a la boca

-¿Por qué sigues aquí Klaus?-Preguntó Alaric con los brazos cruzados

Masticó la pizza que tenía en la boca divertido mirándonos a ambos hasta que agregó-Creo que no recuerdan de quien es esta propiedad-Dijo apuntándonos a ambos-Si tuviera otro lugar seguro en donde quedarme, sobre todo lejos de pañales y lloriqueos, sin ofender Alaric-Dijo chasqueando la lengua en dirección a Alaric- me iría...

En ese momento agradecí que una de las niñas comenzara a llorar así que fui a por sus biberones para alimentarlas, Alaric aún miraba con algo de molestia a Klaus mientras se sentaba.

Duré un rato con las niñas, mis niñas, era asombroso lo mucho que habían crecido en un año, me toqué el vientre plano ahora instintivamente mientras recordaba o al menos trataba de recordar la sensación de tenerlas dentro de mí, me quedé hasta que ambas terminaron de comer y las hice eructar, después de un rato acostadas en las que de vez en cuando movían sus manitas en mi dirección se quedaron dormidas, justo cuando Alaric fue a relevarme, era algo que hacíamos siempre, se había vuelto una costumbre, mientras uno comía el otro estaba con las niñas, al menos a la hora de la cena, le sonreí agradecida, el cual me devolvió la sonrisa.

Aún traía los tacones, me sentía sumamente cansada y hambrienta así que me los quité de camino a mi habitación y me puse unas pantuflas, caminé hacia la mesa y Klaus seguía sentado hasta que volteo a verme divertido por mis pantuflas de conejo rosadas, yo solo voltee los ojos y me senté, tomé dos pedazos y me dispuse a comer, en todo momento Klaus me miraba, y traté de ignorarlo hasta que una duda surgió en mi cabeza

-¿A qué te referías con que "si hubiera un sitio seguro"?... creía que ser un híbrido asesino convertía todos los sitios en "seguros"-Dije mientras le daba una mordida a la pizza

-Bueno, esta propiedad ha pertenecido a mi familia desde tiempos memorables, hace años un aquelarre poderoso, que nos debía unos.. "favores" por así decirlo, lo hechizaron, una fortaleza, no podrían encontrarnos ni con magia... Ha funcionado por años

-Entonces por eso tienes que quedarte aquí..

-Ahora mismo, me parece que ambos...-Dijo apuntándonos a los dos con su dedo- lo necesitamos

Después de unos minutos en silencio Alaric se unió a nosotros, decir unió es bastante decir para alguien que solo se estuvo de brazos cruzados mirando a Klaus, era cerca de media noche, normalmente caíamos rendidos a eso de las 10:30

Alaric insistió en dejarle su habitación a Klaus y dormir en el sofá cama de la habitación de las niñas, yo le dejé, aunque le propuse que fuera aleves puesto que él era más grande que yo y yo cabría mejor en el sofá cama, pero yo me despertaba temprano, haría ruido y despertaría a las niñas, en todo momento Klaus nos miraba con las cejas alzadas, obviamente creía que algo pasaba entre nosotros, y no lo culpaba, a veces yo misma lo había pensado, Elena y Bonnie siempre bromeaban al respecto, pero desde esa noche hace un año, ninguno de los dos habíamos tocado ese punto.

Alaric fue el primero en retirarse tomando algunas de sus cosas para colocarlas por el momento en el armario de las bebes y acomodando el sofá cama sin hacer ruido para no despertar a las niñas, yo me dispuse a recoger la mesa y Klaus para mi sorpresa recogió algunas cosas, yo no le agradecí pero no pareció importarle

-Te mostraría donde están las habitaciones pero ya las conoces-Le dije mientras hacia un ademán de invitarlo a pasar

-Después de ti, amor-Me dijo yo alcé los ojos al cielo por milésima vez ese día y pasé, toqué la perilla de la puerta para entrar a mi habitación cuando noté que el hacía lo mismo con la suya mirándome divertido

-Ni lo sueñes-Le dije girando de ella

-No parecías pensar lo mismo en la tarde-Dijo con una sonrisa, yo solo entré en mi habitación y cerré la puerta, escuche la suya segundos después sintiendo como mis mejillas ardían al recordar lo que había pasado, como había actuado, lo que hice para quitarle la agenda de la chaqueta, sin duda había actuado sin pensar, me arrepentía de haber mostrado esa parte de mí... con él... después de lo que había pasado hace un año, mi orgullo seguía herido aun después del tiempo que había pasado, claro que no lo mostraría. Suspiré mientras sacaba la agenda de mi bolso y la colocaba en la mesa junto a mi peinador, me dispuse a ponerme el pijama y caí rendida en la cama, dormí como un bebé.

...

Desperté sobresaltada, miré mi celular y era como media hora más temprano de lo que debía levantarme, me toqué la cara con mis manos recordando lo que había soñado... éramos nosotros dos, en el mismo camino en el que le había quitado la agenda pero, esta vez no se la había quitado, había acercado mis labios a los suyos y el me apretaba con fuerza hasta llevarme a un lugar apartado en donde me cargaba con mis piernas alrededor de él, mientras me besaba apasionadamente yo le quitaba la chaqueta y la agenda caía al suelo sin importarme lo más mínimo, su mirada divertida, mirándome y yo sonreí en el sueño plantándole un beso mientras me acercaba aún más apretándome a su cálido cuerpo..-Suspiré una vez más, mis mejillas ardían, yo ardía... hasta que mi alarma sonó, la apagué de mala gana y me levanté, cogí mi toalla con la que me bañaba y algo de ropa, al salir no escuché ruido, hasta que la puerta del baño se abrió, era él, con la toalla atada justo debajo del abdomen, su perfecto y estúpido abdomen, noté su mirada así que traté de disimular mirando mis uñas hasta que pasó junto a mí, el aroma del jabón llegó hasta mi nariz y seguí avanzando en dirección al baño

-Buenos días-Dijo sonriente, con el cabello mojado y despeinado

-Buen día-Dije lo más seca que pude y me dirigí casi corriendo al baño y me encerré, vaya que necesitaba una ducha.

...

Cuando salí no había nadie en el pasillo así que pude caminar tranquila hacia mi habitación y arreglarme, cuando ya estuve lista ahora sí que escuché a Alaric preparando el desayuno y a las bebés haciendo ruiditos, sonreí al escucharlas, ningún indicio de un híbrido original en la mesa, desayunamos con las bebés al lado y después me despedí de Alaric, hoy tenía otra junta con otros clientes, al parecer una fiesta de cumpleaños para un empresario importantísimo.

Por lo que me había dicho Alaric ni siquiera había visto que se había ido, después de despedirnos quedé de regresar temprano porque ese día le tocaba a Alaric dar clases.

...

*KLAUS*

Había conseguido una dirección de aquella bruja con algunos de sus espías en la ciudad, Klaus se dirigió hacia unos departamentos al este de la ciudad, no parecían ser muy caros, de hecho, se veía que no era una zona muy agraciada por así decirlo, tocó el timbre del número en el papel que tenía en la mano y tras dos veces de tocar por fin una joven pelirroja con un vestido negro le abrió.

-Busco a Ivy-Le dijo mirando tras de la chica por si veía a alguien

-Llegas tarde-Klaus frunció el ceño-Murió hace dos días

A Klaus le cambió el semblante, estaba confundido y furioso, su única esperanza parecía irse de pronto

-¿Para qué la buscaba exactamente?-Dijo con los brazos cruzados examinándolo lentamente

-A menos de que conozcas a algún pariente de la muerta... no creo que te incumba-Dijo mientras se daba la vuelta, al dar unos pasos escucho

-Estás de suerte-Dijo la chica apoyada sobre la puerta

-¿Qué quieres decir?

-Soy su hija

Las cosas cambian para bien o para mal...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora