Capitulo 11

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Cami fregaba de forma mecánica, Carlos se dedicaba a secar los platos y los cubiertos, el escurridor estaba a tope con las ollas y demás cacharrada.

-¿Ves como todo va bien?

Cami sonrió de forma forzada- ¿Cuándo te vas? - ok, no quería que sonara TAN brusco

-Emm, tengo un pasaje para el vuelo de las 9... ¡Auch!

Cami paró de frotar la olla para mirarlo, Carlos, ese gran habilidoso, se había cortado al intentar secar el cuchillo del pan... y a juzgar por cómo había empapado el trapo de cocina el corte debía de ser de consideración.

Cami se quitó los guantes rezando para que el chico (en estado semi transparente ya) no se  desmayara, envolvió su mano en el trapo (total, ya estaba empapado) y salió al salón.

-¡Mamá!

Benja se levantó como si tuviera un resorte- ¿Te ha pasado algo?

Cami entornó la mirada, ¿por qué tenía que ser tan obvio?- No, es Chochi, se ha cortado con el cuchillo del pan.

-¡Mira que se los digo siempre! ¡Que ese cuchillo está muy afilado!

- Ok mamá, ya nos has avisado ¿dónde está el botiquín? ¿Hay uno en el baño de abajo?

-Anda, Carlos, ven conmigo... Camila como enfermera es un desastre auténtico.

Cami volvió a la cocina, tampoco es que le importara mucho que la sustituyeran en las curas así que por una vez no se tomó a mal la descalificación de su madre.

Se puso los guantes de nuevo...

-¿Dónde hay más trapos?

Cami se giró sobresaltada- ¿Q..qué?

Benja abría cajones sin parar- Que donde hay más trapos, para ayudarte, digo...

-No hace falta que...

-¡Los encontré! ¿Qué haces que no friegas? ¡Que se nos junta con la cena!

Cami se giró de cara al fregadero, no quería hablar con él así que era una tontería seguirle la discusión...

Durante un rato estuvieron realizando la actividad en cadena sin ningún problema, pero Benja no pudo aguantar más.

-¿Por qué no te caigo bien?

Cami le miró- ¿Qué?

-Ya me has oído... igual que te oí a ti ayer, dijiste que era un creido, un prepotente y no sé cuántas cosas más... Al principio pensé que estabas reaccionando a los piques de Diego pero después de... después dejé de tenerlo claro...

Cami paró de fregar, empezaba a estar harta de malentendidos, cuanto más clara fuera a partir de ese momento mucho mejor para todos- Mira... lo que dije ayer fue un impulso... Estaba enojada con Diego, tú lo has dicho. Sabes de sobra que yo estaba realmente enamorada de ti, no tienes por qué dudarlo...

Abrió de nuevo el grifo y siguió con lo suyo, mientras Benja se martirizaba con el tiempo que había utilizado Cami “estaba enamorada” ¿es que no quedaba nada?

Porque él no había podido dejar de pensar en ella en todo ese tiempo.

Cami vio que los cacharros se iban acumulando, Benja no secaba ni recogía, seguía esperando algo más.

Cami volvió a cerrar el grifo- ¿Qué? ¿Qué pasa ahora?

-¿Me odias?

Cami cerró los ojos, ella también se había hecho esa pregunta miles de veces, pero la respuesta siempre había sido la misma- No...

Una Loca NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora