Autor: Jack London "Ningún hombre tiene ese aspecto si no ha atravesado un infierno y sólo es un chico." A simple vista no causaba buena impresión a sus compañeros, sólo era un chico de no más de dieciocho años ni muy desarrollado para su edad. Había algo en sus ojos negros, escalofriante, inescrutable. Ardían como fuego, gélidos, con una profunda y concentrada amargura. Día tras día acudía al trabajo: barrer, fregar, limpiar. Y a su manera trabajaba arduamente para la eminente Revolución Mexicana. No es un espía -confió Vera a May Sethby-. Es un nacionalista... hazme caso. El más patriota de todos nosotros. Lo sé, lo siento... Ausencias seguidas de regresos triunfales en los que, sin avisar, dejaba monedas de oro sobre la mesa de May Sethby. Y de nuevo, llegaba temprano y se quedaba hasta muy tarde. Arrellano se lo había encontrado aún a medianoche imprimiendo el texto con los nudillos recién heridos, o quizá era su labio, partido hacia poco, el que aún sangraba. Su mal carácter se manifestaba físicamente. En ocasiones traía un labio partido, una mejilla amoratada o una oreja hinchada. Era evidente que se metía en líos en algún lugar de ese mundo externo donde comía, dormía, conseguía dinero y vivía de un modo que ellos desconocían... -Es un matón -dijo Arrellano. -Frecuenta lugares de mala nota -añadió Ramos... -podría llorar por él -dijo May Sethby-. No tiene a nadie. Odia a todo el mundo. A nosotros nos tolera porque somos la representación de su deseo. Está solo, muy solo... ____________________________ Comparto esta novela corta y no tan conocida, que es de mis favoritas por la intensidad y apasionamiento de su personaje principal, el mensaje que transmite y en especial un particular gusto por la riqueza narrativa de este autor que plasma en sus obras toda su experiencia y vivencias personales tan particulares que las vuelven muy significativas y autenticas. ■