«Jimin tenía las características más hermosas que describían al sol, el era un pequeño destello de luz en mis días nublados, aquella luz que me permitió ver lo bello que es el mundo. Y yo poseía en mi las características más abrazadoras de la luna, yo era un rastro frío y sensato en los días dorados de él. Nos describíamos como un hermoso eclipse, un eclipse que hacía que el mundo se moviera a nuestra disposición.»