La familia Wildfell siempre ha tenido una mala fama, todo comenzó por un pequeño accidente cuando él se encontraba en primaria, nunca pensó que ese pequeño error ocasionaría que todos en aquella ciudad comenzaran a evitarlos; había echado a perder el futuro de su hermano por una tontería, por lo que no podía hacer nada más que intentar hacerlo feliz, a pesar de que esto no le generaba ningún sentimiento de alegria. Un día unos vecinos nuevos se mudaron, dándole una segunda oportunidad para poder tener no solo buenos amigos, sino tener a alguien con quien pueda abrirse libremente. Todo gracias a los Startlight.