Estaban a punto de poner fin a su relación de años, pero antes se aventuraron a pasar una semana juntos en una cabaña. Lo que ignoraban era que no estarían solos en aquel refugio. Convencidos de que disponían de todo el tiempo del mundo para redescubrirse y reconciliarse, nunca imaginaron que esa semana podría ser el adiós definitivo, la última oportunidad para sentirse, perderse en un abrazo, o simplemente respirar el mismo aire.