¿Quien iba a pensar que un ser tan despiadado como él acabaría con toda mi felicidad sin dudarlo? Sin pensarlo, si poner en su cabeza y repasar una y otra vez si estaba bien en hacerlo o no. Él no dudó en quitarme lo que yo más amaba, así que yo no dudare en intentar matarlo, una y otra vez, cueste lo que cueste. 𝘔𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘵𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘦𝘯 𝘮𝘪, 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘺𝘰 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘢𝘳𝘨𝘢𝘳𝘦́ 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘭𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦.