A lo largo de los años se ha estado contando una leyenda sobre un delgado y fino hilo de un brillante color rojo que une a dos almas destinadas a estar juntas y ser felices por siempre, a pesar de las diversidades y sus diferencias. Para muchos un mito para otros una realidad, sobre todo para el joven Gojo Satoru quien poseía la habilidad de ver dichos destinos desde unos tiernos cinco años. Conforme crecía se sorprendió al notar que de sus diez dedos cada uno poseía un hilo rojo distinto, especial, pero similar a la vez. Aunque a pesar de tener diez parejas destinadas, había una que lo cautivaba de una manera extraña e incómoda, una con un anillo dorado unido a ese hilo.