Historias Revueltas. ⟨One-Shots⟩

O6: "Alba"

Día cinco: Observar el amanecer con alguien especial

| Basado en el capítulo cinco de "Us And Her Mercy" |
| Contenido LGBT+ |
| Drabble |

Mueve sus pies impaciente. Una de sus manos se coloca en medio de sus piernas siendo su soporte para no caer del banco. Su falda es aplastada con su mano, pero realmente no le importa mucho que se llegue a arrugar.

Voltea hacia arriba y observa el cielo teñirse de un azul oscuro y el Sol desaparecer lentamente.

—Klein.

La persona nombrada voltea hacia el lado en que escuchó su nombre, odiandolo más que a nada en ese momento, incluso más que a la falda que lleva puesta y su largo cabello.

—Hāmē —sonríe al ver a su pareja—, hola.

La chica le sonríe. Se sienta a su lado e imita su acción de mirar el cielo.

—Se ve muy bonito —suelta rompiendo el silencio que habían creado.

—Lo sé.

Sonríe y mira a la chica a su lado, se deja caer recostandose en su hombro. Hāmē le mira desde arriba y pasa una de sus manos por su cabello, causándole un escalofrío

—¿A dónde me dijiste que iríamos?

—¿Has visto ese nuevo restaurante que abrieron hace dos semanas? —pregunta Hāmē a modo de repuesta a la pregunta de su pareja y la persona que se encuentra recargada en su hombro asiente lentamente— Te llevaré ahí.

—Suena como un buen plan... Sí, acepto.

Hāmē ríe disfrutando del momento y sabiendo que su pareja también lo hace.

La persona de nombrada Klein al nacer siente que está siendo el autor de una gran mentira, quiere soltarlo y poder sentirse libre y sin ataduras, pero no quiere arruinar el encanto de la noche. Tal vez... Lo haría luego.

El tiempo pasó más rápido de lo que pensó. Cometió acciones de las que se arrepentiría más tarde y por las cuales no lograría dormir por las noches.

Su nombre cambió y todo el mundo conoció a quien verdaderamente era.

Y a sus veintiun años, con "Damian" como su nombre legal, se encuentra a sí mismo recostado en el hombro de la persona que le acompaña esa madrugada. Sabía que a ninguno le importaba el pasado que habían atravesado, había formado parte de sus vidas y les había construido como personas, pero no se atreverían a juzgar al contrario sólo por una mala elección, incluso si esa mala elección les había lastimado.

Se retuerce en su lugar encontrando una posición más cómoda aún sin salir del hombro de la chica a su derecha, quien pasa su brazo por su espalda abrazándole y acercándole más a ella.

Se miran por un tiempo, Hāmē le sonríe y el siente como si las estrellas estuvieran ahí, incluso sabiendo que son las seis y algo de la mañana y que eso es imposible.
Damian devuelve la sonrisa antes de que Hāmē vuelva su vista al cielo.

—Deberíamos ir a dormir —susurra él tratando de no hacer ruido.

—Suena como una buena idea... Sí, deberíamos.

Se sonríen una última vez antes de separarse. Damian observa una última vez al amanecer desde la ventana y sonríe para sí mismo.