☁El valor del conflicto☁

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¿Tenía qué darle relevancia a lo de Jorge? o...¿Entender que él ya no me tenía la misma confianza? ¿Acaso debo dejar todas esas tonterías y ponerme a entrenar y afrontar lo de Bárbara lo más rápido posible? ¿Perdía el tiempo? No estaba segura de nada. Enredada con mis propios sentimientos y rencores. Por otro lado Anong permanecía en silencio, observando la enorme vereda de tierra seca frente nosotros. Esperaba paciente a que me animara decir algo.  No quería que se aburriera de mi y darle una mala impresión. Pero dudaba aún en contarle algo sobre mi o lo de Jorge, era extraño con la nula comunicación que los dos teníamos. El conflicto interno y las sensaciones de rechazo se me hacían demasiado intimas para compartirlas a Anong, quiero decir. Él para nada parecía un tipo malo, pero apenas y lo conocía y él a mi. No estábamos listos para una conversación profunda. De todas maneras necesitaba ayuda, y más de alguien como Anong suponía yo en ese momento. Él era amigo cercano de Daniel, y por lo tanto debía de conocer a Jorge. Me sentí tonta y humillada por aún darle primer lugar a Jorge, después de todo necesitaba arreglarme con él. Reflexione un poco más hasta que me anime a preguntar.

―Oye... ―él me miro un poco distraído―, ¿Cómo ves a Jorge?

―¿Eh? ¿A Jorge? ―dijo extrañado, como si esperase todo menos esa pregunta. Asentí―. Bueno... a es muy genial, de hecho dibuja muy bien y además es introvertido y no muy energético. Bah, es un tipazo.

―Vale lo sé pero, ¿Qué dices de él? no sé algo más profundo.

Anong se rasco el cabello con la boca fruncida. 

―Ya lo tengo. Me cae bien por su pasión al arte. Aunque normalmente no comprendo el significado de sus cosas, y  es un poco tedioso. Se extiende en explicármelo pero da lo mismo, creo ―se encogió de hombros.

Su respuesta me desilusiono y él lo noto de inmediato. Se esforzó en buscar algo descriptivo que me satisficiera hasta cansarse.

―De acuerdo. Eh, mira ―se cruzo de brazos―, no entendí mucho tu punto, digo es un poco confuso, ¿Jorge? ¿Por qué?

―Es que, ah... Hay algo raro en él. Hoy actuó muy raro ―decidí ser puntual―. Tenia un humor en el que no lo había visto nunca, lo juro.

―Ese humor era... ―alargo la frase―, ¿muy extrovertido?

Anong estaba sonriente.

―¿Qué? no, no. Lo digo en el sentido malo. Se comporto muy mal conmigo y yo no sé si es algo que yo ocasione o que fue lo que ocurrió, y bueno. Lo siento tan raro...Tu lo conoces tambien, has estado con él mientras yo no estaba, Anong ―le respondí con la voz  desafinada. Desvié los ojos a un punto inexacto de las casas. No me comprendía.

Anong no supo que decir, se quedo en silencio. Por un momento tuve el presentimiento que lo había agobiado metiéndolo en asuntos tan personales para mi. Era incomodo.

―Pues, haber... ―Hizo un sonido riscoso con la garganta―. Yo en lo que he conocido a Jorge lo he visto como una persona decorosa ―y después añadió―: Pues honesto, respetuoso y esas cosas. Buena gente.

Anong me dijo tambien que Jorge era muy apegado a Dan, que entre ellos, junto a Karen tenían una conexión que carecía de caducidad, una en la que cuando estabas  cerca te sentías enternecido porque había un calor tibio de familia allí, y eso perduro y hasta se reforzó en el momento que Karen ya no estuvo. Le daba escalofríos, me dijo con intención que me riera. Le sonreí nostálgica.

―Y quizá por ello tenía envidia de Los dos ―se rasco la nuca con una sonrisa avergonzada―. Bueno, bonito atolladero con ellos cerca. Goldy era un asco. Una porquería.

―Lo siento... 

―Sí, supongo que tengo suerte de seguir robando oxigeno... Es una anécdota extraordinaria para mis hijos si te pones a pensar, puedo pintarme como un hombre fuerte que sobrevivió por su valentía  ―sonrió de manera torpe.

𝑉𝑜𝑦 𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑒𝑔𝑒𝑟𝑡𝑒 [Norman x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora