☁Una visita de noche☁

4.9K 442 481
                                    

Transcurrieron varios días desde que el niño despertó luego de una larga desintoxicación a su cuerpo. Hayato fue el primero en pasarme la voz de su despertar, y junto a él lo fui a ver. Se hacía un ovillo bajo las cobijas, evitaba mirarnos o decirnos algo, y... Cada que las luces y las puertas se cerraban gritaba y no evitaba manchar la cama de orina. Él estaba aterrorizado.

Me han dicho que quizá esté asi por semanas o meses ―me dijo Hayato, acomodando las cajas de frutas lavadas.

Desvié los ojos al suelo, con una pesadumbre amarga.

Mmp... ¿Y si... ―él me prestó atención―, Y si  intentamos ganar más rápido su confianza? ―extendí los labios y alcé un dedo―. En el despacho del jefe, muy, muy al fondo de los estantes de libros he visto varios cuentos infantiles con imagenes a color, un poco desteñidas pero creo que sería de ayuda.

A Hayato se le iluminaron los ojos.

¡Eso! es muy buena idea ―aludió y dio pequeños aplausos―. En el huerto hay plantas de colores, puedo arrancar algunas y hacérselas oler―se sacudió las manos al terminar con la ultima caja―. Y tambien uno que otro juguete.

―¡Ajá! exacto.

Y Chiffon _____, presentémosle a Chiffon.

¡Buena idea!

Ese día almorcé con Hayato, y conversamos sobre el niño, fantaseando que todo lo propuesto funcionaria a la primera. Los primeros días él no quería ni vernos, lloraba y las niñas nos no dejaban entrar. Una mañana desperté temprano y le dije a Bárbara que iría a ver al niño. Me coloque un abrigo por la baja temperatura del refugio y entre a la oficina de Willian. Él se ánimo al verme, y yo lo mire con curiosidad. Sus ojeras parecían estar más estiradas... y supuse que esa noche tal vez no había dormido. Camine con sigilo hacia la repisa para no volver a desconcentrarlo de lo que hacía en su escritorio.

¿Qué buscas? ―me pregunto al rato muy interesado mientras se acercaba.

Esa vez que encontré la Divina Comedia, vi algunos cuentos infantiles ―segui buscando―. Oh, por cierto.El libro que me lleve esa vez me está gustando un montón... Aún no lo acabo, pero me da penita hacerlo porque...―me encogí de hombros―, es muy bueno.

Imagino que sí ―se rió él y se acuclillo con cuidado frente a mi. Con la mano arrimo una fila de libros viejos y un poco descascarados―. Los cuentos... ¿son para el pequeño de la plantación...?

Ah, sí... Esta muy asustado y no quiere ver a nadie ―suspire con algo de mustio.

Déjame te ayudo a buscar el libro.

¿Qué? ahm... ―desvie la vista del estante―, ¿pero no estás ocupado?

Meneo la cabeza y su brazo cruzó al lado de mi hombro. Sentí su aroma por un instante y me agrado tanto... que la sangre se me subió a las mejillas. Alcanzó unos cuantos libros ilustrados y los puso sobre el suelo.

Debe de haber uno infantil por este lado, hace mucho cuando llegué aquí y me puse a fisgonear los ví ―los abrió y revisó con cuidado.

Debes conocer muy bien tu despacho.

William sonrió con cierta diversión.

Lo cierto es que no, no tuve tiempo para verlo todo a detalle.

Con la ayuda de William había demorado menos tiempo en encontrar varios cuentos. Él les quitó el polvo con un trapo y me los entregó. Me despedí y me fui a encontrar con Hayato, que acunaba al pequeño Chiffon entre sus brazos.

𝑉𝑜𝑦 𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑒𝑔𝑒𝑟𝑡𝑒 [Norman x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora