𝑉𝑜𝑦 𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑒𝑔𝑒𝑟𝑡𝑒 [Norman x Tú]

☁¿Mi confesión?☁

Dennes había acabado el cuestionario irritante de chillidos hace ya un rato, nos habíamos vuelto a montar al caballo, evitando mirarnos o dirigirnos la palabra. Ahora, Dennes estaba distraído con las plantas que había guardado en su mochila, William... O... Norm―no sabia como llamarlo―. Bueno, él conducía el caballo. Y yo, estaba de un humor extraño que no sabía reconocer. Me temblaba el labio, sudaba y el corazón me revotaba las costillas. Recordé su aliento fresco en mi cara y sus dedos tibios sobre mi mejilla. Me enrojecí de nuevo y me cubrí el rostro, queriendo ahogar un gritito por la sensación de hormigueo en mi estomago. Dennes alzó la cabeza y sentí su mirada.

―¿Qué te pasa _____? ―preguntó él, en un tono de voz adecuado para que William lo oyera, y moviera la cabeza hacia nosotros pero se regresara en medio camino... para evitar enfrentarme, deduje. Él tambien estaba afectado por lo de hace rato.

―Nada... ―respondí, bajito. El niño pareció desconfiado de mi respuesta, asi que entornó los ojos como si sospechara de algo, y por un momento creí que mis pensamientos podían ser leídos.

―Ahm... ―Se aclararon la garganta―,Vamos a llegar a altas horas de la noche ―nos comunicó William... nervioso.

Dennes hizo un chillido de tristeza y siguió concentrado en las plantas. Horas después, terminó durmiéndose, con su cuerpo desparramado sobre mi  estómago. Yo había estado perdida en mi propio mundo, repitiendo una y otra vez como él me sostenía la mejilla y se acercaba... Para que Dennes llegara y nos interrumpiera... Me pregunté un montón de veces que hubiese pasado si el pequeño nunca hubiese existido en este viaje.

―¿_____? ―llamó él... con la voz menos ansiosa.

Tuve dos opciones en mente: Responder, o hacerme la dormida. Cogí las manos de Dennes con las mías, intentando decidirme de prisa.

―_____...

―¿Si? ―respondí, con el aire contenido en los pulmones. 

Él se calló por un rato, poniéndome nerviosa y arrepintiéndome de haber respondido. Tome oxígeno y deje que se desintegrará en mi cuerpo para armarme de valor y dar el primer paso para quebrar el silencio. 

―Jefe... ―él hizo un gesto, para que supiera que me escuchaba―, Norman... ¿Me has dicho?

Pareció que se congelaba junto a su capa que flotaba sobre el aire. Los hombros se le encogieron y asintió con lentitud. Tuve el impulso de querer asomarme y ver su rostro, rojo o rosa de los nervios. Me rasque el cabello, un poco confundida.

―... ¿No es William? ―pregunte, tambien como si exigiera un porqué.

―No... ―Quise hablar pero le deje el paso a él cuando chisto―. La verdad es que... me gustaria que me llamaras y me reconocieras como Norman, se me hace más cómodo.

―Entiendo Je...Nor  ―me enrojecí de nuevo, sin evitarlo―, Norman entonces ―respondí y me quede callada. Él agitó la cabeza y se quedo un ratito tenso.

Asomé la cabeza y vi algo de su oreja y mejillas, él estaba ruborizado.

―Norman... es lindo el nombre―me atreví a lanzar el cumplido, sin evitarlo. Él reaccionó dando un brinco y por un segundo perdió las cuerdas del caballo―. Ay, disculpa... ―susurre.

―No, no ―meneó la cabeza―Solo que me has sorprendido... ―hubo un corto silencio―, me agrada.

Le agrado... Mi estómago se entreveraba consigo mismo. Era un poco doloroso pero dulzón. Me acomode hasta que la cabeza de Dennes se cayera sobre mi regazo, le coloque los brazos en una posición cómoda y me acerque un poquito más a él... Norman. Veía que se me haría complicado de ahora en adelante llamarlo así, me había acostumbrado a Jefe y William, y me había gustado mucho haberlo llamado asi.