☁Epilogó☁

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Pov de ____.

Llegó un momento en el que me sentí cansada, en el que vomitaba sobre la cama y ensuciaba a la ropa de Norman y la mía. Norman, en ese momento se doblego, se dió cuenta que estaba pasando por lo mismo que él y que quizá lo que hacíamos era una tontería, una mañana él me rogó que ambos tomaramos el antídoto, pero yo aún seguía persistente con la muerte, después de todo creía que ya la había experimentado cuando quede inconsciente por la explosión del refugio, un sueño lechoso y luminoso, sin pesadez, en la que me sentía lívida y tranquila.

―Hay que volver a pensarlo, por favor ____ ―me tomo de la cara y me beso en los labios―, la solución no es sentir nada, yo no creo que sea así. No nos queda tiempo, a ti y a mi, piensalo.

Una madrugada, escuche un golpe seco en la puerta. Di un brinco sobre la cama, Norman no se despertó así que fui a ver quien era. Estaba desnuda y con el cabello desordenado, me lo até y me puse un abrigo que me cubría los muslos. Cuando llegué al pequeño salón para desenganchar la puerta, vi a Ray con un poncho, parado al lado de la mesa.

Él y yo dimos un salto, él muy sorprendido y yo asustada.

―Lo siento, estaba abierta ―señaló la puerta.

Tragué saliva y lo mire desconcertada.

―Está bien, nunca está bien asegurada y se abre por sí sola, ¿Que se te ofrece?

Él evitaba mirarme, parecía incómodo.

―Quiero hablar con Norman.

―Está... descansando.

Ray enarco una ceja.

―¿¡Todo el maldito día!? ―exclamó con cólera―, ¡no lo creo!

―Baja la voz, ¿quieres? por favor.

―No me vas a decir que hacer, no veo a Norman desde hace semanas y yo, y todos nosotros necesitamos saber cómo está.

―Está durmiendo ―me abracé a mi misma.

―Voy a ir a ver ―cruzó por mi lado y me dió un leve empujón, lo tome del brazo y lo hice retroceder.

―Un segundo, yo lo despertare, siéntate ahí un momento, tambien traeré algo para tomar.

Se zafó y accedió,

Fui a despertar a Norma. Me subí a la cama y le di unos leves movimientos, él gruñó un poquito y después estiró el brazo hasta alcanzar mi rostro. Quite sus dedos de mi boca y lo volví a sacudir.

―Norman, vamos despierta ―me acerque a su oído―, Ray a venido a verte, ¡Ray!

Entonces abrió los ojos y de forma súbita se incorporó. Se frotó los ojos.

―¿Donde está? ―salió de las sábanas y empezó a vestirse.

―En el salón, apresúrate.

De un salto salí de la cama, encendí un trozo de madera y fierro fuego sobre la desvalida estufa que aún estábamos armando con piedra. Puse a calentar agua y saque un poco de queque de frutas que sobre de hace algunos días. Norman acudió al salón. Los oí conversar y luego discutir un poco, espere unos minutos y salí con dos platos de queque. Norman se puso de pie y se fue a recoger los demás vasos y platos, los coloque sobre la pequeña mesa que aún le faltaba una pata para estar equilibrada y me senté a un costado. Norman salió, se cogió un vaso y tambien se sentó.

―No son unos ermitaños de mierda ―murmuró él. Ahora que lo veía con más detenimiento, notaba que había cambiado bastante, no era esa chico callado y misterioso, tenía en cabello aún más largo, el rostro duro y los ojos pequeños y tristes. Parecía roto―. Se la pasan aquí idiotizados, y sobre todo tu Norman, deberían salir, parecen enfermos. Hay rumores, dicen cosas extrañas de ustedes.

𝑉𝑜𝑦 𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑒𝑔𝑒𝑟𝑡𝑒 [Norman x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora