capitulo 13. 3/5

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Un plan mal orquestado.

El pájaro en la ventana se veía más interesante que la clase que se estaba impartiendo en el salón, no sabría asegurar a ciencia cierta porque hoy estaba distraída, supongo que es por algo en específico.

Al poco tiempo de divagar en el mundo de las tonterías la clase termino y todo el salón chicheo sobre algo que no lo graba descifrar.

Dylan se sentó en el puesto de adelante y me dijo —¿en qué piensas barbarucha?

Negué con mi cabeza mientras encogía mis hombros, eso no fue suficiente para Dylan porque hizo un gesto a su hermana y a Helen para que vinieran hacia mí. —¿entonces?

—nada, no quiso hablar.

Ambas se acercaron aún mas —Barb, ¿Qué tienes? Estas muy distraída

—nada, solo no dormí bien —bostece —estoy cansada y quiero dormir.

Rachel se abrió paso y se sentó en mi mesa —yo te daré ánimos ahorita mismo. —Helen le tomo del brazo e hizo gestos para que se callara. —tienes que venir el sábado.

—Rachel —regaño Helen.

—déjala hablar —dije aun sin ánimos. —¿Qué hay el sábado? Si Rob puede traerme vendré.

—el sábado es el partido contra WitchHill y también es el día que el querido Jagger será —hizo un gesto de estrangulación son sus manos y la pintura negra en sus uñas hacían más tétrica la escena

—¿estrangulado?

Trate de no emitir ningún sonido al mismo tiempo que intentaba lucir despreocupada —no es mi problema. —fingí desinterés y volteé hacia el pájaro en la venta.

Supongo que a Rachel no le importo mi desinterés porque de inmediato cambio de tema pro el de la feria que sería en dos semanas, ella se escuchaba muy animada y Helen compartía el sentimiento, Dylan las ignoraba y yo prestaba atención, pero mi mente estaba en otro lugar.

Deseaba que el descanso llegara.

no tuve que esperar más, Jagger se paró en la puerta de mi salón e hizo un gesto con su cabeza para que lo siguiera.

Le pregunté a Helen que, si podía cubrirme con el maestro, le dije que tenía que ir con mi madre y no obtuve ningún reproche de su parte.

Salí y caminé a una larga distancia de Jagger. Algunos compañeros seguían afuera del salón y quería evitarme los chismes. Al girar para llegar a las escaleras vi a Jagger sentado y me invito a seguirle.

Por todo lo que aconteció ayer no sabía cómo actuar ante él, tenía miedo que creyera que era una loca por salir corriendo y que mal interpretara mi reacción con Liam.

—no muerdo, Barbie. —cerré mis ojos y apreté mis manos en el dobladillo de mi falda de uniforme.

—Bárbara —dije casi furiosa.

—como sea, siéntate tengo que decirte algo —a paso lento me a acerque y logre sentarme, pero lentamente —hoy no tendremos tutoría —lo vi inmediatamente, sabía que después de lo de ayer no querría estar conmigo. —no me veas así; tengo que entrenar.

—yo...yo no te veía de ninguna forma.

Con cara de pocos amigos volteo a verme —si lo hacías. Pusiste esa cara tuya que decía: ¿Qué hice ahora? No te culpes. Culpa al Futbol ¡Maldito futbol!

Inmediatamente coloque mis manos en sus labios —no maldigas —mientras estaba en esa posición sus ojos me pillaron viéndole, con una de sus manos retiro mis lentes y coloco un pequeño mechón de cabello detrás de mis orejas. Sus manos rozaban la piel de mi rostro y me hacían cerrar mis ojos de manera involuntaria.

THE CURE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora