capítulo 24

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El secreto de Rob y Helen

—ven conmigo, tenemos que sorprenderla con las manos en el las ofertas.

Frunciendo el ceño dije —¿no es masa?

—Barb, esa es expresión para gente de baja categoría. —ajustó sus gafas oscuras y se acomodó su chamarra.

Por razón inexplicable en este instante tengo a Rachel recargada en el marco de la puerta principal. Lleva unas gafas de sol negras ovaladas. Un abrigo celeste y por dentro lleva una falda corta a cuadros con unas pequeñas aberturas, una camisa blanca cuello alto, sus zapatos son unas sandalias de tacón pequeño del tono de su abrigo y su cabello está atado a un chongo.

Desde que llego solo es repetir que tenemos que ir a buscar a una traidora, pero en el fondo sé que se trata de Helen.

La mire cansada, porque lo estaba. Todavía no me repongo de la limpieza que hicimos ayer. —¿Por qué no vas tu sola, quiero dormir?

—esto es algo que nos afecta ambas.

Me encogí de hombros —a mí en que puede afectarme. Además, estoy casi en pijamas no vas a esperar que me cambie.

Negó con su cabeza —pero te necesito en esta operación, tu eres mi querido Watson. Andando.

Anqué estaba en pijamas Rachel me arrastró fuera de casa.

En el camino ella balbuceaba muchas cosas entre ellas "Helen es una ingrata" no sé qué está pasando entre ellas. Normalmente pelean, bueno casi siempre pelean, pero son leves conflictos.

Avanzábamos con dirección opuesta a mi casa parecía que íbamos hacia un parque o un bosque.

Por un momento me detuve en seco porque necesitaba preguntarle algo a Rachel.

—¿Por qué te detienes, chica? —pregunta inquita a lo que yo le respondo negando con mi cabeza porque todavía no sé si decirle.

Seguimos avanzando y por fin tome el coraje.

—Rachel —ella me presta atención —¿puedo contarte algo?

El semblante de Rachel cambio de inmediato a uno más relajado —claro, Barb. —ella tomo mi mano —sentémonos aquí —señala la el tronco de un árbol. —Helen y sus aventuras pueden esperar.

Mi cabeza estaba intentado ordenar las ideas.

—tú ya te enamoraste, ¿verdad?

—si. —me observa con curiosidad —no me digas que... ¡Dios mío! —sabía que iba a reaccionar de esa manera.

—mejor dejémoslo así. Continuemos buscando a Helen.

Entonces Rachel me detienes —no. De aquí no nos vamos a hasta que tu hables. Perdona por reaccionar así, pero tú me conoces.

—Rachel, tal vez te molestes por lo que diré, pero tus reacciones me causan terror. Olvídalo, creo que no puedo hablar de esto contigo, no por el momento.

El deje atrás y seguí caminando sin rumbo porque la única que sabía a donde ir era Rachel.

Yo quiero mucho a Helen y a Rachel, son las primeras amigas que hice en este país, pero Rachel a raíz de sus traumas se creó una personalidad despreciable para muchos, aunque ella es una buena persona, pero me da temor contarle sobre Jagger.

Tal vez ella diga que puede lidiar con eso, pero es falso, ella todavía siente un desprecio hacia él o sus amigos.

Si Rachel no perdona nunca va a poder vivir en paz.

THE CURE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora