Desde el auto de mi madre logre observar mi nuevo hogar, una casa algo grande de dos plantas, con una cochera y un césped, tiene ventanas grandes. No se ve tan mal.
Mamá aparco el auto justo detrás del de mi hermano Rob. Primero salió ella y luego me observo a mí para que la siguiera. No quería salir aun, estaba disfrutando de una canción de One Direction que sonaba en mis auriculares y no sentía ni la más mínima gana de ponerle pausa aún. Observé hacia el frente y cerré mis ojos para disfrutar mejor de la voz de zayn en change my mind.
Never felt like this before
Are we friends or are we more
As I'm walking towards the door
I'm not sure[...]
—Barb, sal de ahí, vamos adentro —toco lentamente mi pierna y tranquila volvió a mencionar —si sales ahora podrás elegir tu habitación, luego Rob y Abbie te quitaran la mejor de la casa —le regale una sonrisa de boca cerrada y pause la música para salir.
en la bolsa de mi sudadera de Gun's and rose guarde mi ipod y di una vuelta de 360° para poder apreciar el nuevo vecindario. Venimos desde el otro país, fueron tres horas en un avión y tres días de viaje en auto. Tres días en los que dormimos en moteles, paramos porque mi vejiga no aguantaba mucho o nos deteníamos a que mi hermana Abbie estirase su cuerpo, solía ser divertido ver como Rob golpeaba las piernas de Abbie para que se despertaran mientras Abbie se reía sin control.
A simple vista parecemos felices, pero no lo somos del todo. La tragedia ha marcado nuestras vidas.
No todo es felicidad, pero tampoco es desgracia.
Mamá me observaba como si quisiera mi opinión sobre el lugar. La observé de reojo y encogí mis hombros, supongo que mi opinión no importa tanto.
—vamos Barb, di que piensas de la casa —Rob golpeo levemente mi zapato con su pie.
—es mejor que nuestro departamento, de hecho —cerré mis ojos y respire un poco de este aire y me deje llevar por los sonidos ambientales que se podían percibir —es mejor que la ciudad, definitivamente lo es.
Como siempre les mostré mi sonrisa de boca cerrada.
—comunícaselo a tu rostro —Abbie me observo d brazos cruzados tratando de ocultar una risa burlona.
Sé que mi hermana está jugando, también soy consciente que no soy lo suficiente expresiva como ellos quisieran.
Todos entraron en la casa con algunas cajas, la mudanza llego ayer y según mamá solo tocaría acomodar las camas y elegir los cuartos ya que la casa estaba amueblada.
Desde afuera hubo una habitación que llamo bastante mi atención, en el frente estaba una ventana no tan grande, pero al girar hacia atrás podía ver que el amanecer o el atardecer se podrían contemplar mejor desde ese ángulo.
Del auto de mi madre saqué mis maletas y una por una fui metiéndola a casa, eran seis maletas para ser exacto ¿Por qué tantas? Tengo muchas camisetas de bandas, muchas, tal vez tres maletas sean con mis camisetas.
En el oído le susurre a mamá que quería elegir el cuarto que tenía la ventana bonita y ella me dijo que distraería a mis hermanos para que pudiera elegirlo.
Efectivamente la habitación era bonita y pequeña, tal vez a mis hermanos o a mamá no les hubiese gustado.
Todo el día pasamos acomodando las habitaciones, mañana sería difícil porque Rob tiene que viajar a conocer el nuevo lugar donde trabajara, mamá ira hacer compras y Abbie tiene que ir por el uniforme de trabajo de mi madre, el de ella y el uniforme de mi nueva escuela. Y yo como siempre me quedaría en casa esperando a que ellos llegaran.
No soy muy fanática de los lugares públicos.
Mientras acomodaba mi cama que era lo único que faltaba una pequeñita idea llego a mi cabeza, tal vez ahorita le pueda sonar loco a mi madre o a mi hermana, pero es una gran idea.
Busque a Abbie en la cocina y me quede ahí parada sin decir nada, solo restregaba mis manos en mi pantalón y observaba hacia otro lado —Abbie —digo insegura.
—¿qué pasa Barb? —fruncí mis labios —¿paso algo malo? ¿pensaste en él, otra vez?
Negué lentamente —es que... quiero hacer algo. Tal vez puedas ayudarme.
—lo que necesites pequeña Barb —le sonreí sin ganas y le llevé hasta mi nueva habitación. En el camino pude explicarle exactamente lo que quería hacer. En este momento tenía a mi madre, Rob y Abbie detrás de mí en el baño principal. —¿segura?
Asentí presionando mis labios —Barb sabes que vamos a apoyarte en todo —Rob tomo mi mano y luego se burló —voy a evitar opinar e iré a hacerme una hamburguesa y les preparare una a cada una, suerte Barb. —por el espejo vi como desaparecía.
—¿Por qué quieres hacerlo? —mamá está preocupada, lo puedo ver.
Mordí mi labio y bajé mi mirada hacia mis manos —es un lugar nuevo, una escuela nueva, una casa nueva, todo es nuevo. Tal vez yo también necesito esto.
Mamá toco mi hombro y me asuste un poco, pero al saber que era ella no podía tener un ataque —te apoyamos en esto. Adelante Abbie has tu magia.
Decidí que quería cortar mi cabello y teñirlo.
Desde la muerte de mi padre no he hecho nada especial en mi cabello, esta largo y castaño. Abbie lo teñirá de negro y lo cortará hasta mi barbilla. Así podre tener un nuevo look para el lunes que vaya a mi primer día de escuela.
No tengo ninguna expectativa sobre como será el primer día, soy de las que evita crear expectativas y así no tener una gran decepción cuando me topé con la realidad.
Coloque música en mi ipod y deje que Abbie hiciera lo suyo.
Antes de cenar me bañe y me coloque un pantalón de dormir acompañado con una camisa de AC/DC, puse mis calcetines de gatos y baje hasta la cocina donde Rob le decía a mamá que consiguió un trabajo extra para no aburrirse.
Rob trabaja en una agencia que consigue los estadios o locales para los famosos, él trabaja desde casa y a veces viaja, consigue trabajos extras como entrenador de natación o ajedrez, es muy bueno en lo último. Abbie acaba de graduarse como maestra de primaria y gracias a mi madre consiguió un empleo.
Carraspeé mi garganta y mientras rascaba mi nuca recibí las miradas de toda mi familia, Abbie se sentía orgullosa de lo que había hecho. Rob me veía perplejo y mi madre sonrió mostrando sus dientes.
—no te ves mal, es un estilo nuevo. Buen trabajo Abeja —Rob llama abeja a Abbie desde que están pequeños.
—gracias, robocop —y ella también tiene un apodo para él.
—eres hermosa Barb, ahora ven a comer. —mamá siempre me regala cumplidos.
Sin decir nada solo me senté en mi lugar en el nuevo comedor a devorar mi comida sana.
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THE CURE ©
Roman pour AdolescentsBárbara, una joven que trata de lidiar con la vida y los problemas que está puede traer. Luego de la trágica muerte de su padre en ella quedaron heridas y un vacío muy profundo. en el fondo de su ser desea encontrar la cura para todo aquello que le...