THE CURE ©

Capítulo 29

No voy a mentir

Jagger pov.

Actualidad.

Voy a escucharme patético, pero no mentiré al decirles que es la primera vez que tengo una cita. Normalmente las chicas con las que alguna vez Sali no acostumbrábamos a ser muy románticos.

Todo era sexo y nada más, entonces aquí es donde la historia cambia.

El día que conocí a Bárbara, ese día yo me quedé encantado con su físico. Ese cabello corto color negro y ese rostro de niña inocente despertaban en mi cosa que nunca había logrado sentir con nadie.

Tampoco voy a mentirles y les diré que su cuerpo no llamo mi atención, porque si lo hizo. Ese día me bofetee porque me la imagine desnuda, la imagine como en una pintura renacentista, pero no más allá de la admiración, jamás pensé en ella como un objeto sexual. No suelo ser así.

Entonces llego el momento de conocerla y es aquí donde cosas extrañas pasaron conmigo. Cosas a las que les encontré una respuesta, pero me da miedo decirlo en voz alta porque no se si ella sienta lo mismo.

Y esto todo eso lo que me llevo a este momento donde estoy frente a ella y a su hermano en la entrada de su casa.

Barbie se ve fabulosa, de hecho, hoy luce diferente, pues lleva un flequillo y no usa sus lentes, también puedo notar que ambos llevamos la misma camisa de nirvana.

Puedo entender sus gustos por los logos, pero me encargare que también disfrute la música.

—hola —. Saludo con timidez.

Ella sonríe con sus labios muy apretados y su mano agitándose con delicadeza. La conozco y sé que luce así porque esta nerviosa.

—¿estas lista? —ella asiente. Me despido de su hermano, no sin antes asegurarle que yo mismo vendré a dejarla sin importar la hora.

Luego de salir de su casa ambos hicimos mucho silencio, ¿era incomodo? Diablos, sí que lo era. Sentía que ella tenía algo que decirme y yo también quería hablar con ella.

Tengo que romper el hielo porque son diez minutos caminando y no soportaré esta maldita tención por tanto tiempo. No pude traer mi jeep porque lo deje en el lugar de nuestra cita y mi moto no es de la devoción de Barbie.

—Bárbara...

—Jagger...

Ambos hablamos al mismo tiempo y eso fue algo incomodo, pero cursi. Ambos reírnos por lo incomodo que resulto esto. Por lo menos deduje que ella había pensado en mi en los últimos 5 minutos que llevábamos caminando.

Carraspee —habla tu —. Le señale con mi mano.

—¿hacia dónde vamos? —barbie estaba preocupada es obvio que no conocer nuestro destino la ha mantenido pensando.

—no tienes de que preocuparte —estiro mi mano para que la tome —vamos, veras que no voy a defraudarte —. Temerosa tomo mi mano y las entrelazamos.

Nuevamente, no voy a mentirles, con ella siento una descarga eléctrica que llega hasta mi corazón y le da unos 10 años más de vida.

Caminamos y tratamos de no estar en silencio, pero la tención de ir por la calle con nuestras manos unidas es demasiada.

Esta tención solo sucede cuando haces esto con la persona de la cual gustas o te sientes atraído.

Pongámosle de esta manera; si vas con una persona con la que tienes una relación amistosa muy llevadera o de años y esto llega a pasar posiblemente no vayas a sentirte incomoda porque técnicamente estas en una zona ya conocida y explorada.