-Capitulo 11-

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Merry Christmaaa Mokeeeey! Y Adiós 2020! 

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—Disculpe, ¿Sabes quién soy? — Enarco una ceja aparentando estar confundido ante las caras obviamente conocidas para él.

Su mala suerte se basa en toparse cara a cara con los problemas aunque no lo buscara en ningún momento. No se esperaba chocar precisamente con los niños, fue un descuido total por su falta de atención en el camino. Últimamente se encontraba con medio mundo en contra de su voluntad y eso le desagradaba profundamente. ¿En qué momento todo cambio? De estar por años en la lejanía observando a todo y a todos en como crecían y desarrollaban sus vidas a estar cruzando camino con Wei Wuxian.

Por un momento titubeo Sizhui ante esa pregunta. — ¡Sí! ¿No me reconoces? Soy A-Yuan. — Se perfectamente que eres A-Yuan. — ¿No me recuerda...? —Musito decepcionado de que su único familiar no lo recordara. —...— Quería agregar más información de su persona, pero se retractó.

Los años pasaron y ya no era un niño para que fácilmente lo reconociera. Todo cambio drásticamente: Su voz, su físico, su vestimenta e incluso su propio apellido.

¿Quién sabría fácilmente que era un Wen? Es imposible.

Su propio corazón se prensaba, sus dedos cosquillaban en querer aferrarse en algo y sus ojos picaban poco a poco. ¡Aún no se recuperaba por completo! Aun se sentía vulnerable.

—No sé quién eres, niño. — Persistió en actuar. En ese momento se percató de dos persona más en el grupo: JingYi y Jin Ling quienes lo miraban entre incrédulos y ceño fruncido. Los ignoro y se dispuso a marcharse. — Lo siento... — Lan Sizhui tercamente se aferra a su manga, impidiéndole el paso. — Niño, no soy ningún "Xian-Gege" Suéltame.

—Tal vez no me recuerdes... ¿P-Podemos hablar en privado? Quiero comprobar si eres mi Xian-Gege... 

—¿Qué? No. —Intento zafárselo de encima pero cada vez se aferraba más a la túnica, hasta que se enrollo en su brazo. —¡Tu-! Suéltame mocoso.

—¡Hey, No se haga el loco que sabemos quién eres! —Se cruza de brazos JingYi indignado. — A-Yuan te ha estado buscando por mucho tiempo para que lo ignores así. —Chasqueo los dientes decepcionados. — Mal, Mama de A-Yuan... ¡Muy mal!

—¿Ustedes conocen a ese sujeto...? —Musito Jin Lin intrigado, reconociendo enseguida a Wei Wuxian por su vestimenta. Solo ese loco tiene el valor de usar esos colores, además de que esta vestido igual de la última vez que lo vio.

—¿Tú conoces a mama gallina? — Se inclinó hacia Jin Lin incrédulo. — Entonces, ¿Sabes quién es... No?

—Pff. —Bufo. — ¿Cómo no saberlo? Tío A-Cheng lo está buscando desde hace dos semanas que nos topamos con ese sujeto. Es increíble que aún no fueras atrapado por él. Incluso puedo delatarte, anciano. —Amenazo sin remordimiento con una pisca de altanería.

—Pero no lo harás, ¿Cierto? —Ante el semblante serio: Jin Lin titubeo sin decir nada. — A-Lin, ¿No dirás nada, Verdad? — Musito entre dientes un "No" Jin Lin resignado. — Xian-Gege, ¿Podemos hablar en otro lado?

—No. —Respondió seco. — No soy madre de nadie y no los conozco. Ahora suéltame, tengo cosas que hacer. —Cansado, resoplo el aire en sus pulmones. Girando sus talones mientras se zafaba bruscamente del niño. — Si me disculpan... — Justamente cuando pensaba marcharse, apareció Jiang Cheng en la lejanía buscándolo en todas direcciones.

Tensándose, aparto la vista con una mueca, dándole la espalda y nerviosamente cambio el plan. — Pensándolo mejor... Creo que estoy empezando a recordar. ¿Me quieren contar más detalles lejos del pueblo donde no hay ningún hombre morado en querer asesinarme? —Empujo a los niños mientras soltaba una sonrisa nerviosa.

¡Atraparme si puedes, Lan Zhan! | WangXian - MDZS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora