Especial de 25 de diciembre del 2020: ¡Feliz navidad!

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¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las Princesas?

3er Especial 2020: ¡Feliz navidad!

En el imperio de Obelia, la nieve caía sin clemencia mientras tres princesas miraban por la ventana

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En el imperio de Obelia, la nieve caía sin clemencia mientras tres princesas miraban por la ventana. Diciembre había llegado sin tregua y, aunque las cosas andarán mal en el Imperio con la aparición de su tío y de una nueva villana, Athy, Taña y Nette habían esperado hacer algo divertido en navidad. Pero, había un problema; en Obelia no había muchas tradiciones para la época de invierno, así que solo les quedaba mirar la nieve bajar de forma sinuosa.

—Invierno es tan aburrido cuando nieva tanto—suspiró Athy, mirando fijamente a los copos caer.

—No hay nada muy bueno que hacer de todos modos, si hay mucha nieve. Los trineos están prohibidos desde que Athy rompió ese vitral de la antigua Emperatriz Ambrosine— Jennette se lamentó, con sus pequeñas manos, bordaba un pañuelo para su primo Ijekiel. Era un bonito copo de nieve blanco en un pañuelo azul que estaba empezando a tomar forma en las habilidosas manos de la niña.

Athy miró el pañuelo con el ceño fruncido y murmulló:

—No fue mi culpa que Blackie se atravesara de esa forma a último minuto. ¡Papá exageró! Sólo me raspé una rodilla, y el vitral no le importaba después de todo.

Ajena a la discusión de sus hermanas, Tatiana, la mayor de las hermanas, también suspiró.

—Tampoco podemos celebrar un intercambio de regalos o algo así, o cantar villancicos y comer comida tradicional, en Obelia no hay nada como la navidad—ella murmulló, totalmente alicaída. En su mundo, su familia se reunía para escuchar música de la época, bailar, y hacer una hermosa cena con comida tradicional, luego esperaban hasta las doce de la noche y ocultaban los regalos de los niños en las casas para fingir que aparecían mágicamente.

—¿Uh? ¿Y que es "navidad"?—Jennette levantó su rostro con ojos de interrogación. Hasta ese momento, Tatiana no se había percatado que dejó salir algo de su anterior vida. ¡Tantos años conteniéndose para no hablar de smartphones, Wi-fi o autos de combustible para delatarse de esa forma tan estúpida!

—Ah, uhm... veras...

¡¿Qué rayos iba a decir?!

Valerosa, Athy salió al rescate.

—¡Esa es una antigua, muy antigua tradición que se celebraba antes de que el Imperio se formara! ¡Lucas nos lo contó!—ella mintió con una gran sonrisa. Vaya, Tatiana se sintió realmente desconfiada de las verdades que su hermana le contaba en ese momento, pues ella lo dijo todo con una sonrisa enorme y confiada.

¿Cuántas mentiras no le había dicho a ella de esa forma también?

—Es cierto—anotando tener una seria conversación sobre mentir tan seguido con Athanasia, Tatiana le siguió el juego—, se supone que en esas fechas decoraban las casas con luces, y entre la familia se intercambiaban regalos, se comía asado, bollitos rellenos de guiso y torta de chocolate con frutillas, y luego Dios les dejaba regalos a todos los niños pequeños en un gran árbol de pino decorado como celebración por el nacimiento de su hijo.

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