Obsesionada con la historia de "Who made me a princess?" Sarah se encuentra con un insatisfactorio final feliz en el que, técnicamente, no todos terminan felices.
¿Por qué Jennette sólo se vuelve una inútil antagonista?
¡Eso no es justo! ¡Ambas s...
¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?
1er especial del 2021: ¡Feliz día del amor y la amistad!
(Aclaración: Este capítulo está temporalmente ubicado antes de la partida de Lucas al árbol de los mundos)
Con diferencia de navidad, en Obelia si celebraban San Valentín pero, como era obvio, las princesas no podían asistir a las festividades debido a que eran menores de edad.
—¡Injusto!—fue lo primero que Tatiana dijo, palmeando la mesa del desayuno con rabia—, ¡un banquete de chocolate! ¡Cupidos de verdad e intercambio de regalos! ¡No es justo! ¡Yo quiero ir también! ¡Ya casi tengo once!
Claude suspiró, mirando con silenciosa diversión el berrinche de su joven hija.
Las dos restantes desayunaban con tranquilidad junto a ella.
—Es una fiesta de adultos, los chocolates tienen licor y los intercambios son hechos en base a intereses políticos. No es un ambiente propicio para niños—él aclaró.
Ught. Nobles, torcían todo para volverlo político.
—Entonces, ¿padre regalará algo a alguien?—Jennette preguntó, picando de sus huevos revueltos—, ¿un corazón o un chocolate?
Claude negó, para el alivio de Athanasia.
—El emperador está excepto si no desea regalar algo. Sin embargo, ya son lo suficientemente mayores para recibir algún regalo, es tradición para los hombres regalar un ramo de flores a las mujeres de la familia o a las amigas cercanas—considerando lo poco adepto que Claude era a las palabras, que soltará esa información era sorprendente y no una mera casualidad. ¡Le regalarían flores ese año!
—Padre sabe, me gustan los girasoles—asintió Tatiana.
—Rosas, rosas rojas y bonitas—Athy dijo con tono solemne.
—¿Tu-tulipanes? ¡No! Azucenas, a Nette le gustan las lindas azucenas blancas—Jennette balbuceó, decidida. Mas, luego de un breve silencio, preguntó:—Papá, ¿no hay algo que se le regale a los hombres?
—¿Por qué? ¿No es suficiente con recibir flores? ¿Algún mocoso molesto te está fastidiando?—los celos mal encubiertos de Claude hicieron a Tatiana querer reírse, pero se contuvo, porque sabía que eso sólo enfadaría más a su padre.
—Uhmn, Yo- No- Uhm—Jennette, como era usual, sólo soltó una serie de murmullos entrecortados, poniéndose más y más colorada. La pobre sólo había querido saber qué clase de cosas podría regalarle a su padre, a su tío Roger, a Lucas, a Félix y a Ijekiel. Los cinco únicos hombres de su vida.
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—Papi, creo que Nette sólo quiere saber que puede regalarte de vuelta como agradecimiento—Athanasia aclaró, sonriendo con encanto—, yo también quisiera saber qué puedo regalarle a papá y decirle lo mucho que lo quiero.
