¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?

Capítulo 19: Operación "Rescatar a Nette".

Muy a menudo después de aquella primera visión en una tarde de diciembre, Tatiana tenía visiones mientras dormía. Usualmente trataban sobre cosas insignificantes de su futuro, otras sobre un pasado distante, pero (a veces y solo a veces) Tatiana soñaba con Athan, el futuro hijo de Athanasia y Lucas.

Eran cosas simples, Athan aprendiendo a tocar piano, o corriendo por los jardines, riéndose mientras jugaba con un perrito.

La visión de aquel niño de cabello negro y pálida piel sonrosada evocaba en ella una profunda paz, un cariño irremediable que la hacía relajarse enseguida. Suponía que era porque Athan significaba una promesa, la promesa de un futuro en donde Athy viviría feliz con una gran familia y un hijo. Pero, muy dentro de ella, sabía que Athan por si sólo era una gran alegría.

¿Era así como se sentía tener un sobrino? Tatiana no recordaba que su cariño por su sobrina cuando fue Sarah fuera tan intenso.

De aquellas visiones, Tatiana aprendió pequeñas cosas sobre el futuro príncipe. Odiaba la tapioca en el desayuno, era zurdo y su sonrisa se inclinaba a la izquierda.

Esa noche, soñó con él frente a una pequeña planta marchita colocada entre sus piernas, su ceño concentrado mirándola fijamente. Athanasia, Jennette y Kiel, adultos y sonrientes, estaban sentados sobre sillas decoradas alrededor de él y un hombre de cabello negro, el que supondría sería Lucas, estaba inclinado sobre el niño, su rostro oculto desde la posición en donde la futura Tatiana los observaba.

¿Qué estaba intentando hacer?

Lucas le instruía con cierta dulzura y el niño escuchaba. El pequeño se concentró, sus risos negros saltando sobre su frente y, entonces, la planta entre sus delgadas piernas comenzó a crecer.

Un poco más, un poco más y...

—Owww—suspiró Jennette, aferrándose a la mano de Kiel, que estaba en medio de ella y Athanasia, cómodamente sentadas para observar al joven príncipe. La planta estaba de nuevo marchita y el príncipe Athan lucía frustrado con sus mejillas infladas.

—Tú puedes, cariño—le sonrió Athanasia, Lucas también le dio una palmadita y le sonrió.

Tatiana se sentía al filo de su silla.

Athan lo volvió a intentar y, lentamente, la planta se enderezó hasta conseguir estar completamente sana.

¿No era esa magia de curación? ¿Su sobrino heredaría sus poderes?

—¡Lo lograste!—arrulló Tatiana , un suspiro de júbilo sacado de unos labios que le parecían ajenos. Entonces, Athan levantó la mirada y le regaló la sonrisa más dulce que ella hubiera visto en toda su vida.

—¡Papi, mami, tías! ¡Lo logre!

No sabía por qué... pero adoraba a ese niño.

El agradable sentimiento paró cuando las voces la despertaron

Hechizos.

Olya.

Hechizos.

Corazón de Piedra.

Taña suspiró, en ese preciso momento, antes de despertar, solía ser su único momento de paz. Ahora las voces le seguían hasta sus sueños.

En un instante, supo que habría pate para desayunar, Athy aún no se despertaba, Claude no había dormido bien, Lilian y Félix se veían a escondidas en un pasillo, alguien quería envenenarlos, pero el frasco no llegaría ni a las despensas, el culpable sería ejecutado al día siguiente y una mucama estaba escondiendo el chocolate de las cocinas para que a Athanasia no le salieran más caries.