¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?

Capítulo 17: Rizos de caballero, rizos de niño.

Los días comenzaron a volverse perezosos, otoño se fue y el invierno llegó, Tatiana veía la nieve a través de una ventana cuando su maestra de historia mencionó algo que nunca oyó en un libro.

—...los invasores de Siodonna presionaban por el sur de las tierras de Fierce cuando los cuatro grandes decidieron hacer un acuerdo de unión hace tres mil años, para ese tiempo Obelia estaba constituido por las tierras de Fierce, Oday, Llian y Lobe. Decididos a acabar con las fuerzas invasoras acudieron al mago milenario cuyos dominios convergían en el límite que conectaba los cuatro reinos y a este le dejaron la tarea de elegir al Rey que, según su sabiduría milenaria, fuera digno de llevar el título de Emperador. Fue así como la dinastía Day del Reino de Oday, se convirtió en la dinastía Day de Obelia y se invistieron los tres grandes ducados, el ducado Alfierce, el ducado Gillian y el ducado Lobein. A partir de ese tiempo-

—¿Uh?—Tatiana se exaltó, repentinamente traída a la realidad por el nombre de su salvador, aquella perdida mañana de febrero que ya se veía tan lejana.

—¿Qué sucede, Princesa? ¿He dicho algo confuso?— la institutriz miró a su alumna con preocupación, normalmente, la pequeña Tatiana se quedaba allí, oyendo de forma pasiva la clase y se entretenía absorbiendo como una esponja hasta que tuviera una pregunta en verdad relevante.

—No, es sólo que... ¿por qué no supe antes que el tercer Ducado de Obelia eran los Gillian?—desconcertada, preguntó.

Su institutriz pareció entenderlo enseguida.

—¡Ah! Pensamos que simplemente lo sabía, no queríamos darle una información irrelevante, por otra parte, conocer la historia de la formación de Obelia nos pareció más pertinente. ¿Quiere acaso que le notifique a su profesora de etiqueta que le dé una clase más intensiva de la nobleza Obeliana?

Tatiana, aún sorprendida, asintió.

¿Su Sir Gillian era hijo de un duque? ¿Su adorado Sir Gillian?

"Me puedo casar con el hijo de un duque" su distraída mente pensó y enseguida le lleno la cara rubor. ¿Qué cosas estaba pensando de un hombre trece años mayor que ella? ¡Sir Gillian tendría al menos dieciocho cuando la conoció!

Aún así, su curiosidad no mermó y cuando Félix la recogió para llevarla de vuelta a sus habitaciones, le preguntó—¿Félix es buen amigo de Sir Arthur Gillian?

Félix, algo desconcertado asintió.

—Fuimos amigos casuales en la infancia, y al empezar nuestro entrenamiento de caballeros, empezamos a volvernos cercanos. ¿Por qué lo pregunta?

Avergonzada de admitir que no sabía algo de primera mano, Tatiana balbuceó: —Uh, bueno. Taña no sabía que los Gillian eran uno de los cuatro grandes, como la familia de Félix.

Los ojos grises de Félix se enternecieron y sonrió.

—¿Ah? ¿Es por eso? Sí, Arthur es hijo del hermano del duque actual. También por ello éramos compañeros casuales en la niñez. Sin embargo, la hija del duque Gillian es realmente enfermiza, por lo que todo el mundo cree que será Arthur el heredero al final de todo.

—Oh—Tatiana murmulló, algo pensativa—, ¿creé que él se molestaría si le escribo?

—No lo creó, puedo hacérselo llegar por ave mensajera, así el emperador no se dará cuenta. Pero, me temo que debe ser cuidadosa con lo que le diga, Sir Arthur está en las tierras de Lord Condwall vigilando algunos asuntos delicados del Imperio y no puede llamar mucho la atención con temas de la corte, ¿está bien?

¿Asuntos delicados? Félix lució tan serio cuando dijo eso que la joven princesa se cohibió. En pocas palabras, Félix le decía que la preferencia de una Princesa sobre Sir Arthur sería una desventaja para su trabajo.