Capítulo 19: Neville

2.1K 293 27
                                    

Recordaba cada frase que sus padres le habían dedicado en sus cartas durante las vacaciones, su padre y su letra prolija, reluciente y elegante, le recordaba que tenía que obedecer y seguir los lineamientos como un joven sangre pura; su madre, al contrario que su padre, le escribia sobre lo aburrido que era estar trabajando mientras él se encontraba de vacaciones, le contaba un par de detalles que habían picado su curiosidad, pero entendía que no podía tener respuestas a sus centenares de preguntas sobre el tema de lo que acontecía en las tareas de su madre.

También escribió cartas a sus amigos más cercanos, Hannah Abbot, Luna Lovegood y Ginny Weasley, todas le comentaban algunas de sus aventuras picarescas en las aventuras de sus vacaciones. Pasaba tratando de contener la risa ante las aventuras y desventuras de sus amigas. Desde que llegó a la casa Nott, se dedicó a estar en el invernadero, logró mejorar el aspecto de las plantas y cuidar correctamente otras que parecían estar descuidadas por culpa del tiempo.

Obviamente, tuvo una encrucijada. Si su padre descrubría de sus aventuras con las plantas, seguramente le enviaría un aullador, donde le reclamaba acerca de su comportamiento sangrepura inapropiado. Por alguna extraña razón, no le hizo caso a la pequeña voz que hacía eco en su cabeza, esa voz le advertía que dejase de hacer eso y se fuera a "revolver el té para consumo de su esposo", tal como dictaban las absurdas reglas de las familias sangrepuras.

Aunque, era consciente que el verdadero motivo por el que había pasado de hacerle caso a esa voz, que normalmente seguía al pie de la letra lo que esta decía, era por un par de ojos verde oscuro que se habían clavado en lo más recóndito de su espíritu y que, como si de una enfermedad se tratase, se había expandido por todo su insignificante ser. Era una fuerza extraña que le arrojaba a dejar de lado todo y concentrarse en lo que aquellos ojos verdes le habían dictado.

Que él podía usar el invernadero y disponer del lugar, de la forma en la que quiera y sin límites. Desde entonces convirtió el lugar en un refugio, allí podía alejarse de la voz molesta de su padre que prevalecía en su mente, como si estuviese gravada en su piel con un metal de fuego, en el invernadero se liberó de aquella voz, de aquella figura y de la rigidez de lo que su padre le había enseñado.

Y luego conoció al tutor, al otro responsable de Nott. Regulus Black, quien le extendió la mano en confianza, quien le trato como otro mago más, alejándose desde el primer segundo en que se vieron, de la forma en la que les habían enseñado a presentarse. Se fue sintiendo más y más cómodo, hasta que el tiempo les hizo regresar al colegio.

En cuanto llegó, sus amigas le hicieron un cuestionario, un interrogatorio con toda clase de preguntas acerca de sus vacaciones con el Slytherin, él les contestó de la forma más honesta a la que pudo recurrir, 'no fue como esperaba'.

Y fue Hannah, la que le insistió a ir al partido de quidditch, aquel viernes  -Jugara tu casa en contra de tu... ¿Casa adoptiva?

-No digas eso Hannah.

-Tenemos que ir a ver el partido Nev, va a estar que arde, todos están hablando de que será la primera vez de Potter jugando contra su esposo Malfoy.

-Yo creo que a Potter no le gustaría escucharte diciendo eso -dijo Neville apoyándose en el hombro de su amiga.

Sólo recibió una risa. Cuando aquel día llegó, ninguno se espero que una bludger apuntaba al rubio Gryffindor a toda velocidad, dispuesto a causarle daño, se olvidó de su varita y trato de cubrirse la cabeza ante el obvio resultado de aquello.

Nunca pasó. Solo escuchó a los demás ahogar un grito y a Luna diciendo que seguramente fueron los nargles los que hicieron desaparecer aquel objeto.

Fue Hannah la que lo desmintió cuando iba entrando al comedor -Fue Nott -le susurró al oído, en absoluto secretismo -Lo vieron también, Snape, Malfoy, Granger y yo.

I like it (Theville)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora