Capítulo 8: Neville

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Había salido del salón de herbología ligeramente confundido. Hannah Abbot le había ido a buscar y se había detenido a explicarle que la profesora Sprout le estaba buscando para algo importante. Todos estaban enterados del apego que el Gryffindor tenía a la asignatura y a la profesora de la clase, no era un secreto para nadie, así que con todo el nerviosismo que le causó no conocer la información tras su llamado, solamente se dirigió hacia el lugar.

Su mente, demasiado imaginativa solamente le hacia pensar en distintos escenarios del llamado de la jefa de casa de los tejones. Cuando llegó al punto de encuentro, sin tardar tanto, le invadió una explosión de emociones que le embargó desde la punta de sus pies hasta cada parte de su cabeza.

Nervios, sí, estaba nervioso. El sentimiento se regocijó en su interior al ser reconocido por el Gryffindor, así que eso le causó un ligero temblor en su organismo.

Pero al salir, no sabía exactamente qué experimentar. La profesora Sprout le había dado una planta, ella le había dado una charla motivacional de su espléndido trabajo en la clase y que estaría orgullosa de él si trabajaba en su propio huerto. Le había dado una planta para que empezara. Ella lo había motivado energéticamente en todo momento, le había dado cada uno de los pasos que tenía que seguir para cuidar apropiadamente de aquel ser vivo mientras este vivía en su habitación hasta las vacaciones.

Se había olvidado por completo que ahora tenía... tenía a Theodore en su habitación y no sabía si este se iba a negar a tener a aquel maravilloso ser vivo en la habitación. Luego le llevó el recuerdo de aquel terrible momento en su casa.

Existía un impiadoso antecedente que rondaba en su cabeza, había llevado una planta a casa, que el mismo había comprado en el Callejón Diagon con el dinero que su abuela solía enviarle de vez en cuando, su padre le había recriminado diciendo que aquella planta podría matarles. A veces pensaba en eso, se recriminaba a sí mismo por casi causar un desagradable momento en casa.

¿Cómo podría decirle al slytherin la situación?

Rechazar a la profesora Sprout y su regalo, no sería buena idea, estaría siendo demasiado descortés con ella, pues la jefa de la casa amarilla y negra, había confiado en él para cuidar aquella planta. Cuando llegó a la habitación, suspiro aliviado, no había señal alguna del de ojos verdes, se sentía aliviado y a la vez asustado.

Su corazón latía sin darle tregua en su pecho.

Y entonces decidió esconderla en un lugar donde Theodore no solía acercarse. En su escritorio, oculta detrás de su baúl. Allí el Slytherin no podría encontrar el ser vivo, no había ningún reclamo de parte del mismo sobre lo peligroso que era convivir con una planta.

Decidido a no pensar más, decidió estudiar para su siguiente examen.

I like it (Theville)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora