I like it (Theville)

Capítulo 2: Theodore

Dumbledore les había explicado brevemente en qué consistía el enlace mágico, lo que llamó directamente su atención fue una frase que el director del colegio había remarcado durante la explicación breve que les dio del tema. El enlace era irrompible. Habían intentado con los padres, en el caso de Theo el tutor legal, para unir y romper aquello que les unía, los intentos no funcionaron. Ahora él estaba hablando con los padres y jefes de casa sobre como intentar que las parejas vivieran juntas, pues según la información los primeros 8 meses iban a tener problemas si se separaban largas distancias.

Eso explicaba el ardor y el calor que Theodore había sentido la noche anterior, en esos instantes solamente sentía un calor extraño en el cuerpo. Él permanecía sentado en la cama de la enfermería, mientras los dos Gryffindor conversaban a la distancia, seguramente de la situación, Draco parecía quejarse con la señora Malfoy sobre lo injusto que era todo, o eso pensaba Theodore que pasaba. Su tutor, Regulus Black, le había dado un libro de los que siempre le conseguía en sus viajes, así que Theodore se distrajo leyendo, sin prestar tanta atención, pues la situación daba vueltas en su cabeza, sin darle un segundo de piedad o descanso.

Él lo visitaba una vez al mes y siempre le llevaba libros, lo visitaba también cuando estaba en el colegio, aprovechando a visitar también al esposo del señor Black. Los tres compartían en el colegio, el señor Black había intentado ser cortés con él, siempre lo trataba con calma, incluso le había presentado al hermano mayor Sirius, el padrino de Potter, él y el hermano mayor se llevaban bien, después de la muerte de la madre de ambos, habían hecho las paces.

Esa noche permanecerían en la enfermería, según las deducciones de Theodore y probablemente mañana les obligarían a faltar a clases para alistar sus cosas, el castaño nunca se había relacionado con las personas, no tenía idea sobre qué esperar de... Longbottom. Decidió dejar de lado el tema y cerró su mente, con oclumancia, se concentró únicamente en las páginas del libro.

Madame Pomfrey se acercó y dejó dos frascos pequeños de pociones con algunas indicaciones escritas -Toma -le dijo ella, con su voz estricta -No creas que no me di cuenta de lo que tienes en la piel.

Aceptó las pociones con un asentimiento leve, sabía que ella se refería a las cicatrices que estaban dibujadas en su piel como lienzo. Esa noche los cuatro se quedaron en la enfermería, Theodore solo mantuvo la mirada en las páginas del libro, podía escuchar al fondo una discusión entre Potter y Malfoy, pensó que el otro Gryffindor estaría durmiendo.

Allí estaban los tres. El jefe de casa de Slytherin los había buscado temprano cuando se llevaba a cabo la segunda hora de clases y en la que no habría nadie en las mazmorras, los llevó a que ordenaran sus cosas en sus baúles, ninguno de los tres dijo nada en todo ese proceso. A Theodore le pareció una eternidad esos momentos, mientras finalizaba de ordenar sus libros en su maleta, el profesor regresó para llevarlo, atrás de él estaba Malfoy con sus baúles bien colocados. Los llevó por los pasillos vacíos del castillo, un cuadro de una mujer vestida de blanco los recibió.

Snape le dio la contraseña a Malfoy, quien refunfuñando entró a la habitación. El profesor lo guio entonces a unos pasos de la habitación de Malfoy. Un hombre en un traje de caballería les recibió -Beatus ille -le dijo Snape al cuadro, le indicó a Nott que entrara. Había una gran cama matrimonial y dos mesas, supuso que era para que hicieran tareas. Había un sofá, con una mesa de té.

Dejó sus cosas en una esquina, procurando que no estorbaran y escogió uno de sus libros, caminando lentamente al sofá. No supo cuanto tiempo estuvo sumergido en su lectura, pues un golpe de la puerta lo distrajo, supo que la otra persona que estaba al otro lado de la habitación, tenía los ojos aterrados. A pesar de la distancia, Theodore logró observar tiritar a Longbottom sin control, pretendió que no lo notaba.

Con solo estar en la misma habitación, se había dado cuenta que toda su vida había cambiado.