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Entraste en su apartamento compartido para sorprender a tu novio cuando llegaste de tu viaje, abriste la puerta y entraste en la sala de estar solo para verlo en el sofá con una chica encima de él. La empujó y fue entonces cuando te vio parada allí.
“______" dijo levantándose del sofá y empujando a la chica hacia un lado.
Se dio la vuelta y ahí fue cuando te diste cuenta de que era su ex. Te quedaste allí, incapaz de moverte y de hablar mientras una lágrima rodaba por tu mejilla.
Viste a Sangyeon moverse hacia ti y fue entonces cuando finalmente reaccionaste, alejándote de él mientras te miraba con ojos tristes cuando vio tu mirada herida.
Te diste la vuelta y corriste hacia tu habitación, cerrando la puerta, sentándote en el piso mientras las lágrimas continuaban cayendo de tus ojos. Escuchaste ruidos afuera, era Sangyeon echando a la chica. Escuchaste un golpe en la puerta seguido de intentos de girar el pomo de la puerta.
"______, no es lo que parece".
"Entonces, ¿cómo explicas que ella estaba sobre ti?" Gritaste.
"Dejame explicarte."
"No quiero escucharte, déjame en paz".
"No me iré hasta que me escuches". dijo decidido a hablar contigo.
No respondiste, en cambio enterraste tu rostro en tus manos y sollozando en silencio. Su corazón se hizo añicos cuando te escuchó llorar así, la culpa lo inundó.
" Por favor, abre la puerta ... " suplicó pero aún no obtuvo respuesta, se deslizó por la puerta y te esperó.
Pasaron los minutos y te escuchó abrir la puerta, levantándose rápidamente y esperándote. Abriste la puerta lentamente, sin querer mirarlo o te derrumbarías de nuevo. Trató de acercarse a ti pero tú levantaste una mano para indicarle que se mantuviera alejado.
"______..."
Lo ignoraste, fuiste a tu armario y empezaste a sacar tu ropa, haciéndolo entrar en pánico.
"¿Qué estás haciendo?" Intentó frenéticamente detenerte, pero tú lo apartaste. "¡______ detente, por favor!" te suplicó, agarrándote de las muñecas y haciéndote voltear hacia él solo para encontrar tus ojos llorosos de nuevo.
"Por favor, escúchame, dame la oportunidad de explicarte".
Dijo, su voz se rompió de la misma manera que su corazón se rompió por verte así. Estaba tan enojado consigo mismo por hacerte daño, nunca te había visto tan triste, tan lastimado y tan frágil.
“No hice nada. Vino a buscarme y sé que cometí un error al dejarla entrar. Traté de hablar con ella para que entendiera que la quería lejos de mí, que solo te amo a ti. Pero ella se enfureció y trató de besarme, ahí es donde entraste y yo la aparté. Te juro que no la besé y nunca permití que lo hiciera ".
"¿Todavía la amas?" Susurraste.
"¿Qué? ¡No! ¡Por supuesto no! Te estoy diciendo la verdad. Sabes que la única persona que amo eres tú, como dije, cometí un error estúpido al dejarla entrar, solo estaba tratando de ser civilizado y educado, pero caí directamente en su trampa ".
Continuaste llorando, esta vez cayendo en sus brazos mientras te abrazaba con fuerza, una de sus manos acariciaba tu cabeza mientras susurraba mucho “lo siento” y “te amo” en tu oído.
"Le dejé en claro que nunca volvería con ella".
"Te creo, lamento haber reaccionado de esta manera y no dejar que me explicaras primero". Dijiste, secándote los ojos.
"¡No! por favor no te disculpes, soy el único que debería disculparte contigo. Es culpa mía, te hice llorar y no me lo perdonaré. Pero te prometo que nunca volveré a hacer nada para lastimarte ". dijo acunando tu rostro y secándote las lágrimas.
Se inclinó para depositar un beso en tu frente, murmurando contra tu piel. "Lo siento" una vez más.
"Vamos a la cama, ¿si?" Preguntó y tu asentiste.
Te abrazó con fuerza mientras estaban en la cama, mirando tu rostro que yacía en su brazo, sus manos acariciando tu mejilla suavemente. Tarareando suavemente para ti y colocando besos en la parte superior de tu cabeza mientras su otra mano frotaba tu espalda.
"Te amo, nunca lo olvides y nunca lo dudes".
"Yo también te amo Sangyeon." susurraste de vuelta.
"Tienes todo mi corazón". Él te sonrió y te acercó a él. Envolviendo sus brazos a tu alrededor, enredando las piernas juntas mientras él tiraba de las mantas por encima de ti. Quedándote dormida, sintiéndote amanda y segura en sus brazos, sabiendo con certeza que nada ni nadie podría separarlos a los dos.
