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"¿Qué estás escuchando bebé?" Jacob se acomodó a tu lado en la cama mientras escuchabas tu canción favorita.
"Honey de Kehlani." Respondiste mientras cerrabas los ojos y admirabas su voz. Jacob y tú suelen acostarse en la cama y hablar durante horas, a veces escuchando música y conociéndose mejor.
"Cariño... ¿te gusta porque lo agregas al té?" Él te sonrió inocentemente. Estaba envuelto alrededor de tu cintura como un niño. Su sonrisa era pura y encantadora.
" Uh, algo así. " respondiste.
Jacob era un año mayor que tú, pero a veces parecía como si fuera más joven. El comportamiento juvenil era real y sin filtros, a veces deseabas mantenerlo puro, pero otras veces ...
Deseabas poder arruinarlo.
Jacob agarró su teléfono y comenzó a buscar cosas en Google, después de un breve momento jadeó con fuerza.
"ELLA NO HABLA DE COMIDA ... ella está hablando...", y se detuvo, incapaz de encontrar las palabras. Lo miraste aturdida.
"¿Relaciones sexuales con una mujer? ¿Admirar el sabor de una mujer?" Te reíste cuando te sonrió. Terminar sus palabras era divertido.
"¿Te gusta probar a las mujeres?" Preguntó casualmente mientras se giraba a tu lado, colocando su mano junto a su cabeza.
"No he experimentado eso todavía " respondiste fácilmente, bajaste el teléfono y lo miraste.
"¿Te gusta probar a las mujeres? " Le preguntaste con una gran sonrisa en tu rostro.
Jacob parecía pensativo, sus ojos se dirigieron al techo y luego a ti.
"Otras mujeres, no. Pero me encantaría probarte a ti" Hablaba en serio. Su rostro ni una sola vez rompió su actitud seria. Te sorprendiste. Parpadeabas por tu asombro, no subías que responder.
Las aventuras sexuales con Jacob eran muy sencillas. Fueron muy buenos pero nada nuevo. Así que decir esto fue como lanzar una bomba. Permaneciste en silencio, pero Jacob tenía otras ideas.
Se inclinó hacia ti dándote un suave beso, su nariz rozaba la tuya de la manera más linda. Pero en un segundo, el beso se calentó, empujándote sobre tu espalda y subiendo fácilmente sobre ti.
Sus labios cayeron en cascada hacia abajo, pasando por tu pecho y levantando tu camisa para besar tu piel. No sabías lo que estaba pasando, pero sentías en tus huesos que este iba a ser uno de los mejores momentos.
Jacob parecía curioso con tu cuerpo, sus dedos se enganchaban en tus mallas y los apartaban suavemente de ti. Sus manos admiraban tus piernas, masajeando a fondo tus muslos haciéndote tensar... solo un poco.
"Siempre quise probarte, pero no sabía cómo pedírtelo." Murmuró en voz baja, su lengua salío para lamer justo por encima de tus bragas. En este momento ya estabas respirando profundamente, principalmente por la emoción de que Jacob realmente quisiera hundirse.
"No hay necesidad de preguntar bebé, soy todo tuya." Dijiste débilmente enviando tu mano a su cabello desordenado, su boca empujó hacia abajo haciendo que tus bragas se deslizaban.
Jacob se encargó de quitarte con atención la única prenda que lo mantenía alejado de tu húmedo núcleo. Zambulléndose rápidamente en él como un profesional tan pronto como te quitó las bragas.
Tus ojos se abrieron cuando su dulce boca comenzó a besar tu piel. Era como si estuviera haciendo el amor con tu coño, tú lo disfrutabas enormemente.
"Bebé, lo estás haciendo muy bien." Lo animaste mientras te recostabas para admirar su boca. Sus labios eran únicos, de una forma hermosa y regordetes, lo que hizo que su succión fuera mucho más efectiva.
Tu mano masajea su cuero cabelludo, guiándolo suavemente para que continuará. Él usó su lengua para abrir tus pliegues, cavando aún más en ti, jadeaste silenciosamente dejándolo continuar, dejándolo disfrutar de tu paraíso.
Tu respiración era una clara indicación de que te estabas divirtiendo mientras Jacob se sumergía en ti y lamía tus jugos. Su lengua estaba plana contra tu abertura mientras lo veías frotarla y girarla alrededor de tu nudo. No pudiste evitar ir a tus pechos, jugando contigo misma mientras Jacob te satisfacía, haciéndolo aún más emocionante.
Sus brazos rodearon tus muslos mientras sus manos te agarraban con dureza, inmovilizándote. Fue un calor repentino que comenzó a hervir en tu abdomen cuando gimió. Jacob no se detuvo porque sabía que había encontrado tu lugar o mejor aún, el mejor ritmo.
"J-Jacob ... oh Dios mío". No podías entender bien tus pensamientos, tu cabeza daba vueltas de éxtasis. Entonces lo sentiste, algo extraño que no era su lengua.
Jacob te estaba follando con su lengua y sus dedos, haciéndote arquear la espalda mientras la felicidad se acercaba.
Curveo sus dedos cuando entraron en ti, el sonido de tu humedad era evidente. Estabas empapada para él. El que él te atacara de esa manera era poco mundano, los sonidos que salían de tu boca eran animales.
"Jacob. Bebé ... no te detengas ". Jadeaste ruidosamente cuando tus muslos se cerraron alrededor de su cabeza, pero eso no lo detuvo. Agarró tu nudo y comenzó a chupar como si su vida dependiera de ello, mientras sus dedos encontraban tu lugar. Bombeando dentro de ti como el monstruo que siempre quisiste que fuera.
Estabas cerca.
Seguiste subiendo.
Veías estrellas.
Entonces, gritaste su nombre.
Tu respiración era irregular, tu corazón aún latía con fuerza cuando Jacob regresó para darte un beso descuidado, para probarte a ti misma.
