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"No es justo". Susurraste al oído de tu novio por lo que parecía ser la centésima vez. “Lo siento bebé, déjame terminar un par de cosas, luego podremos irnos a casa y me ocuparé de lo que empecé en el auto. ¿Te parece bien?" Kevin dijo en un tono juguetón mientras te arrastraba a otra tienda en el centro comercial. "¡Kevin, debes terminar lo que empezaste o de lo contrario!" Dices en un tono severo mientras sacas tu mano de la de él y cruzas los brazos.
“¿Wow bebé de verdad? ¿O si no qué?" Kevin respondió burlonamente. “No te chuparé, nunca más" Dijiste amenazadoramente. La sonrisa arrogante de Kevin se desvaneció rápidamente cuando terminaste esa oración. Se dirigió hacia ti y volvió a agarrar tu mano conduciéndote a la sección del baño. Como era temprano en la mañana, el centro comercial estaba prácticamente vacío. Mientras te empujaba al baño y cerraba la puerta, te miró de pie allí.
“Pensé que querías esto niña, ya no pareces ansiosa". Dijo Kevin mientras se dirigía hacia ti. “Esto no era lo que tenía en mente. Además, ¿qué pasa si alguien nos escucha?" Intentaste decirle pero rápidamente te callo con su boca. “Mira niña, todavía necesito comprar, esta es la única oportunidad que tengo, así que, ¿qué vas hacer?“ La emoción de ser atrapados se apoderó de ti y comenzaste a devolverle el beso.
"Ahora date la vuelta, sé con certeza que estás bien mojada para que pueda entrar en ese lindo coño". Kevin diijo mientras te subía al lavabo, tus manos aterrizaron en el mostrador y el espejo para apoyarte. Rápidamente bajo tus jeans y ropa interior mientras te besaba y luego golpeaba tu trasero. Saco su polla mientras lo bombeaba un par de veces. "Mírame bebé", dijo Kevin mientras agarra tu cabello y empujaba profundamente dentro de ti haciéndote gemir en voz alta. "Cállate bebé, no podemos permitir que nadie se entere de que te follan en el baño porque eres una chica traviesa, ¿verdad?"
Kevin disfrutaba tenerte a su merced, pero siempre fue así. Comenzó a empujar dentro de ti más y más fuerte, su ritmo comenzó a volverse descuidado. Rápidamente te agarró y te acercó más a su pecho. Luego deslizó su mano alrededor de tu cuello y comenzó a presionar un poco. "Tal vez esto te ayude a mantenerte callada cuando te corras, bebé". Kevin dijo mientras empuja más fuerte contra tu núcleo y comenzaba a asfixiarte un poco más fuerte, no lo suficiente como para causarte dolor, sino lo suficiente como para alcanzar tu orgasmo casi instantáneamente.
Mientras continuaba sobrellevando tu orgasmo, rápidamente encontraron su liberación. Ambos intentaron recuperar el equilibrio y la respiración. “Ahora cariño, ¿podemos seguir comprando? porque realmente necesito comprar ropa" Dijo Kevin mientras terminaba de limpiarse a sí mismo y a ti. Terminaste de mirarte en el espejo y le dedicaste una gran sonrisa. "Por supuesto bebé, lo que quieras". Ambos se rieron y salieron del baño con cautela. El sexo en público era nuevo y lo disfrutabas más de lo que jamás hubieras imaginado. Quizás la próxima vez elija un lugar diferente para burlarse de ti.
