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Estar enamorado ya es difícil, pero estar enamorado de tu mejor amigo es peor y ese era exactamente tu caso. Estuviste enamorada de Eric desde que eran pequeños y pasaban todas las tardes juntos jugando.
Para ti, era el chico perfecto, todo lo que querías y más. Incluso te mudaste a Corea con él cuando él perseguía su carrera de ídol, porque eran mejores amigos, y tal como se prometió cuando eran niños, siempre estarían juntos sin importar nada.
Allí también encontraste tu sueño, obteniendo tu título en una de las mejores universidades. Siempre se te ofrecieron oportunidades que todos los estudiantes desearían, como estudiar durante un corto período de tiempo en el extranjero, en otras hermosas ciudades de Asia. Por supuesto que lo rechazaste porque incluso si fuera por unos meses, no ibas a dejar atrás a Eric, a pesar de que casi no lo ves últimamente debido a su vida de ídol.
Lo apoyaste durante todo el proceso, desde su audición, pasando por los años de aprendiz hasta su debut y ahora él era una estrella como siempre había soñado y estabas muy orgullosa de él. Aunque a medida que pasaba el tiempo y su grupo crecía, eso solo significaba menos tiempo para que él te viera o incluso te enviara mensajes de texto o llamadas. Lo entendiste, siempre estuviste ahí para él y tal vez ese fue tu primer error, ponerlo primero antes que nada o cualquier otra persona en tu vida, para ti él era tu prioridad número uno.
Tu segundo error fue que a pesar de todos estos años en los que ustedes dos solo eran mejores amigos, todavía tenías esperanzas de que tal vez algún día él te vería como algo más. Las mismas esperanzas que aplastaron tu corazón por primera vez una noche cuando te desplazaste por las redes sociales y encontraste un artículo de él saliendo con una chica misteriosa, rumores que decían que estaba saliendo con alguien, posiblemente con otra ídol.
A pesar de que sentiste que se te oprimía el corazón por un momento, rápidamente te escogiste de hombros y te aseguraste de que si fuera cierto, él te lo habría dicho primero. Pero pronto descubriste que podrías estar equivocada porque los mismos rumores surgían casi todas las semanas. Decidiste no preguntarle nada y esperar a que te dijera si era cierto o no por su cuenta, así que tratando de evitar estar demasiado en las redes sociales y tropezar con esas noticias que poco a poco te partían el corazón, te concentraste en tus estudios.
Una noche recibiste un mensaje de texto de Eric, te sorprendiste porque ha pasado bastante tiempo desde que lo hizo, pero aún más sorprendida quedaste cuando leíste el texto diciendo que vendría a pasar el rato porque tenía un día libre. Emocionada, te levantaste de la silla y ordenaste un poco el lugar, pidiendo algo de comida también de su lugar favorito.
Después de un rato, escuchaste que se abría la puerta con un Eric feliz entrando con algunas bolsas de la compra a mano.
