Capítulo 15

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Pov. Anatia

¿Qué?, ¿yo ángel?, ¿es una broma?, si lo es, no tiene ni pizca de gracia, aunque me lo ha preguntado un ángel, no creo que ellos bromeen, pero aún así me parece una auténtica locura, los humanos no podemos ser ángeles, ni las personas más buenas después de la muerte se pueden convertir en ángeles, el dicho de que cuando una persona muere y era muy buena se murió porque Dios necesitaba a otro ángel es falso, los humanos no podemos ser ángeles.

-Un humano no puede ser ángel - dice Adaria expresando lo que yo me decía en mi cabeza.

-Normalmente no, pero...

-Pero nada, no se puede y punto - dice mi amiga sin dejar hablar al otro.

-Este caso es especial - dice el otro ángel, no sé ni quién es uno ni quién es el otro.

-Especial mis huevos, no os vais a llevar a Anatia.

-No es algo que decidas tú, Adaria, es elección suya - dice y me mira, ay Dios.

-Eeeh - es lo único que digo, no sé qué más decir.

-Anatia no, no escuches a estos pajarracos.

-Somos ángeles, no pájaros.

-Los ángeles sois prácticamente palomas, y las palomas son pájaros, por no decir ratas con alas.

-Adaria - digo escandalizada, al final lo que temía que ocurriera ayer en mi habitación, va a ocurrir hoy aquí.

- Oh por favor Anatia, deja tus remilgos.

-Como si fuera tan sencillo, te recuerdo que soy cristiana católica - en verdad conseguirá que me dé un infarto.

Adaria rueda los ojos, este es un tema que se ha repetido bastante a lo largo de nuestra amistad, ella no logra comprender que todo esto es muy complicado para mí, soy su amiga, pero no por ello he dejado de ser cristiana, nunca jamás se me ocurriría insultar a un ángel, mucho menos en su cara, no cabe duda que Adaria es única, para mal.

-Vaya - la risa de los ángeles me descoloca, ¿qué es tan gracioso? - vuestra amistad es rara, prácticamente sois opuestas, y aún así sois amigas.

-¿Algún problema pajarraco? - agacho la cabeza derrotada, no hay manera con Adaria.

-Tú eres cristiana, eso has dicho, ¿cómo es que eres su amiga? - me pregunta el otro ángel.

-Oye tú, me estoy empezando a hartar de vuestra actitud, Anatia, nos vamos, te llevaré a casa - no sé cómo sentirme.

-Antes, tiene que responder a nuestras preguntas.

-Ja, esa es buena, libre albedrío, ¿lo habéis olvidado?, ella no tiene que responder si no quiere - vaya, Adaria se lo está tomando a lo personal, y ya me imagino cómo terminará esto si no intervengo, incluso si lo hago.

-No importa - le digo a mi amiga - soy su amiga porque, aunque parezca mentira, ella se preocupó por mí, yo estaba completamente decaída por la pérdida de mi única amiga, y ella estuvo ahí para mí, aunque en un principio no quise saber nada de ella por ser demonio, Adaria me ayudó a salir de la depresión, por eso somos amigas, porque a pesar de ser demonio, conmigo siempre ha sido agradable.

-¿No temes que algún día te haga daño? - niego con la cabeza.

-Sé que no lo hará, y si alguna vez me lo hace, será por accidente, no por otra cosa, no es tan mala como todo el mundo cree.

-Bueno, eso de que no soy tan mala, es discutible - me dice Adaria, a lo cual suelto una pequeña risita, por lo que ella me mira con el ceño fruncido.

Una humana para la demonio *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora