Pov. Anatia
Hola, me llamo Anatia Gómez, soy una chica de 20 años cursando su tercer curso en la universidad, carrera de botánica, una carrera algo complicada, pero es lo que me emociona; físicamente soy de estatura media, piel algo pálida, pero no mucho, pelo negro y ojos castaños.
Hasta hace relativamente poco, yo era una chica normal dentro de lo que cabe, algo antisocial, nerd e incluso un poco gótica, pero nada fuera de lo común. Tenía una amiga, Camila, mi mejor y única amiga, pero se tuvo que mudar con su familia, aún me acuerdo cómo fue ese nefasto día.
Flashback
Acababa de volver de un fin de semana muy divertido, mis padres me habían llevado a la cabaña del bosque como regalo por mis buenas calificaciones en la evaluación. Una vez que deshice la maleta, me fui a la casa de Camila para contarle mi fin de semana, pero en lugar de pasar una tarde feliz, me llevé la peor noticia que podría esperar.
-¿No puedes quedarte? - le pregunto a Camila con un nudo en la garganta.
-No, lo siento - me responde muy triste y con la cabeza gacha.
-Pero si eres mayor de edad - me quejo.
-Lo sé, pero no puedo estar lejos de mi familia, ponte en mi lugar, ¿qué harías tú? - no dije nada, ella tenía razón - lo siento Anatia, pero tengo que irme.
Vi como mi mejor amiga se iba a otro país junto a su familia, no podía hacer nada, no podía decir nada, estaba destrozada, todas las amigas que había tenido en el instituto, poco a poco las había ido perdiendo, pues la mayoría se fueron a otra provincia a estudiar, y el teléfono no es algo que utilice muy a menudo, por lo cual perdí el contacto, Camila era la única que me quedaba, y ahora como se iba a ir a otro país, la perdería, volvería a estar sola, y eso no era una idea que me agradase.
Fin del flashback
No me siento orgullosa de lo que hice a continuación, me encerré en mi cuarto y no permití a nadie entrar; mis padres intentaron animarme, pero no había manera, había caído en depresión, y no tenía a nadie con quién hablar. Estaba hundida y no sabía qué hacer, con la partida de Camila todo mi mundo se vino abajo, es difícil hacerte la fuerte si no tienes a nadie que te ayude.
A parte de encerrarme en mi cuarto, no comía, apenas dormía, me la pasaba todo el día llorando, siempre que mis padres intentaban hablar conmigo, los ignoraba, no atendía a razones, incluso mis padres trajeron a un psicólogo a casa, pero no lo dejé pasar ni hablé con él, lo cual hundió más a mis padres.
También me acuerdo como si fuera ayer cómo conocí a Adaria, fue la tarde después de una excursión de la universidad, me acuerdo que en esa excursión dejé inconsciente a uno por tocar mucho las narices, la excursión no era obligatoria, si no te gusta la naturaleza, pues no vayas. Pero en fin, si no hubiera sido por eso, no hubiera ido al bosque esa tarde y tal vez no hubiera conocido a Adaria.
Flashback
Estoy cabreada, ya estoy harta de que las personas vayan a excursiones que no les interesa solo para conseguir puntos extras, el hecho en sí no me molesta, pero sí que no dejen al resto atender, si van a estar ahí y no les interesa eso, al menos que se estén callados y no molesten. Por eso he venido al bosque a pesar de haber estado aquí en la excursión, porque este lugar me relaja.
-Hola - me sobresalto por el susto.
-Hola - digo intentando controlar el latido de mi corazón, pensaba que estaba sola - ¿quién eres?
-Adaria - responde como si nada.
-¿Solo dirás eso? - pregunto confundida, Adaria se encoge de hombros.
-¿Qué quieres que te diga?
-Eh, no sé, por ejemplo, ¿qué haces aquí?, o mejor dicho, ¿por qué me saludas?
-¿Qué tiene de malo? - me pregunta un poco irritada.
-Queda raro que una desconocida te salude en el bosque, ¿no te parece? - otra vez se encoge de hombros.
-No lo sé, por lo general evito a todo el mundo - dice sincera, lo cual me confunde.
-¿Entonces por qué me saludas? - pregunto extrañada.
-Me pareces interesante - la miro sin entender.
-¿De qué hablas?
-No eres como el resto.
-No te entiendo - admito, Adaria suspira y me mira.
-No sé cómo explicártelo para que me entiendas, los humanos no sabéis de muchas cosas que nosotros sí, como es el caso de el bien y el mal en una persona, vosotros necesitáis conocer a la persona para saber cómo es, y aún así podéis confundiros, mientras que nosotros con una mirada ya podemos saber eso sin posibilidad de fallar - dice tranquilamente.
-¿De qué hablas?, hablas como si tú no fueras humana, además, ¿quién es capaz de saber cómo es una persona sin conocerla?, eso es imposible.
-Para vosotros los humanos sí, para nosotros no - y dale.
-¿A qué te refieres?, ¿quienes sois vosotros?, no me estoy enterando de nada - digo exasperada.
-Cuando digo nosotros, me refiero a los demonios - esa afirmación me sorprendió.
-¿Con demonios te refieres a personas malas o a verdaderos demonios? - pregunto con un poco de miedo, pero sobre todo con curiosidad, soy rara lo sé.
-A verdaderos demonios naturalmente, como he dicho, los humanos sois incapaces de ver el interior del resto de personas.
-Valeeee, apaga y vámonos, creo que yo mejor me voy, soy cristiana y no creo que sea bueno estar con una demonio - digo sincera.
Adaria parece sorprenderse de mi reacción, que pensó, que gritaría, que la lanzaría cosas, y que saldría huyendo, admito que esas son las acciones que tendría una persona normal en esta situación, pero no es mi caso, soy rara, solo quiero irme porque creo que es lo correcto, ya que soy cristiana, y todo ésto es difícil de creer.
-Definitivamente eres diferente, cualquier otro humano se habría puesto a rezar o habría salido huyendo, y tú solo te planteas irte porque es lo correcto, según tú.
Esas palabras me hicieron pensar, en ningún momento me había planteado rezar para pedir ayuda a Dios o salir huyendo como alma que lleva el demonio, nunca mejor dicho, en su lugar lo único que quiero es volver a casa e intentar hacer como si ésto nunca hubiera ocurrido.
-Desde ya te digo que no te desharás de mí, me has llamado la atención, algo que nadie había conseguido, te estaré observando y esperaré hasta que seas tú la que quiera hablar conmigo.
Fin del flashback
Fue eso lo que me salvó, después de estar más de una semana encerrada en mi cuarto, Adaria se hizo presente por la noche mientras yo lloraba, tuvimos una pequeña conversación y nos hicimos amigas, gracias a ella pude salir de la depresión de perder a mi única amiga, ya que desde entonces tengo una amiga aún mejor.
Adaria es un poco brusca, no le gusta las bromas convencionales, disfruta del sufrimiento ajeno, sobre todo si lo causa ella, y le da igual que sea humano o no humano; lo que me recuerda cuando me contó sobre las especies sobrenaturales, me quedé de piedra, y Adaria se estuvo riendo de mi reacción todo el día.
Con ella estoy aprendiendo cosas que jamás pensé que existirían, bueno, sabía de la existencia de ángeles y demonios, lo dicho, soy cristiana, pero no pensé que existirían: los hombres lobo, vampiros, brujas y brujos, hadas, que no se parecen en nada a las de los cuentos de hadas, sirenas, que pasa un poco lo mismo que con las hadas, trolls, ogros, arpías, y no sé si me habré dejado alguna especie. Definitivamente mi vida ahora es mucho más emocionante que antes, haber lo que me depara el futuro.
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Una humana para la demonio *Completada*
FantasiAdaria: la princesa de los demonios, una mujer que nadie puede controlar, sádica, imparable y fría como el hielo, son los adjetivos que la definen. Anatia: una humana "normal", antisocial, algo sádica pero a la vez inocente, tranquila a menos que te...