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Sana se encontraba realmente nerviosa. Dahyun se había ido hace unas horas y no estaba segura de lo que sucedía.

Ese beso, le encantó pero... Era una otra chica, no, era como ¡Una niña! Aunque solo era un año menor. Y además era Dahyunnie... Su mejor amiga. Ella ni siquiera le había llorado tanto a Jisung aún y aunque suene masoquista, quería vivir la experiencia de un corazón roto. Sonrío un por aquella idea. 

¿Ahora qué le diría? Dahyun le mandó un audio saludándola y aún no fue capaz de contestar.

La ignoró durante todo el fin de semana.

(...)

Llegó el lunes e ignorar a Kim ya no sería una opción. Aunque podría ya que iban a clases diferentes, pero se cansó, no era justo hacerle eso a su amiga cuando fue ella misma quien inició la situación. Probablemente su pequeña amiga la estaba pasando mal.

Así que en cuanto su horario escolar acabó, fue a esperar a que lo haga el de Dahyun, ya que los lunes salía más tarde.

-¡Hola! 

-Sana...?

Minatozaki tomó la mano de la menor y la hizo sentir su rostro y torso para que la reconozcca.

-¿Qué hacés acá? Dijo finalmente con algo de molestia en su voz y sus ojos cristalizados.

-Vine a buscarte...

Sana no se esperaba que su amiga extendiera sus brazos para tomarla del cuello y abrazarla como si no la hubiese visto en años. Kim escondía su cabecita en el hombro de la contraria mientras sollozaba y pedía perdón.

En ese instante, Sana sintió que su corazón dolía no era su intención que su amiga llorara tanto. Ella simplemente... Estaba confundida.

-No. Esto, esto no es algo por lo que te debas disculpar, soy yo quien lo inició, y no hiciste nada malo. Yo... No debí ignorarte de esa manera. 

Entonces, solo tomaron sus manos y empezaron a caminar. 

Fue como empezaron los inicios de su dulce y algo trágico  romance. 

(...)

Bonitos Ojos || SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora