Capítulo 8- "Aprende a elegir a tus aliados y a defenderte de tus enemigos"

44 8 141
                                    

Jade

Definitivamente solo a mi hermana se le ocurre hacer una fiesta cuando yo estoy intentando a toda costa no llamar la atención.

La voy a matar.

Si realmente planeo pasar desapercibida y lograr evitar a Drake, esta no es la forma, no llegaré muy lejos.

El resto de las horas de clase básicamente se las acaparan para hablar de la fiesta que aun no entiendo por qué parece hacerle tanta ilusión a Blake.

Apenas termina la última hora quiero salir corriendo como ayer, pero me recuerdo a mi misma que Drake está oficialmente en el pueblo y que incluso sabe cual es mi grupo de amigos —cosa que resulta realmente preocupante—, es por eso que trato de mantenerme presente que lo más posible es que él me esté vigilando incluso ahora. Así que me obligo a mí misma a quedarme con ellos, supongo que no me haría nada si estoy rodeada de gente, o eso quiero pensar...

Vaya que eres buena tranquilizándote, eh.

Oh, cállate, tampoco es que tu ayudes mucho que digamos.

No lo hago porque, para tu sorpresa, ese no es mi trabajo, querida.

Pues ¿a quien le toca esa función entonces? Quiero demandarlo.

¿A Drake?

Ejem... ¿hola? Sabes que no puedo.

Lo sé, solo quería que te lo recordaras por tu cuenta, así me ahorras trabajo.

Te odio.

Aw, yo también te quiero.

Estúpida conciencia.

He estado tan concentrada en los ataques de mi conciencia e ignorar la conversación sobre la fiesta que no noté cuando llegamos a casa. Apresuro el paso para terminar de llegar adentro y subo las escaleras para llegar a mi habitación, sin siquiera despedirme del resto.

Apenas llego a la habitación, me encierro y dejo mi teléfono sobre la mesita de noche. El pobre aparato debe de estar en sufrimiento de tanto que ha vibrado hoy, aun cuando lo tengo en silencio y no respondo a ninguno de sus mensajes, Drake no parece querer rendirse.

Me acuesto en mi cama, con toda la intensión de olvidarme de todo y todos y dormir las próximas horas.

Mi teléfono vuelve a vibrar, veo el mensaje desde las notificaciones.

Drake: estoy perdiendo la paciencia, Jade.

El buen humor y las bromas de ayer parecen quedar en el olvido.

Ahora me gustaría no haber leído eso...

Ya no sé si pueda dormir.

*****

Bueno... parece que sí pude.

Me despierto con el sonido del timbre de la casa. Todo además de eso parece estar muy silencioso, ¿estoy sola en casa?

Mierda, no.

Vuelvo a escuchar el timbre y asumo que no hay nadie en casa porque no escucho la puerta abrirse.

Salgo de la habitación y voy hacia las escaleras que dan de frente a la entrada.

El timbre suena de nuevo, quien sea que está esperando está desesperado o quiere jugar con mi paciencia.

Cuando llego al pie de las escaleras veo a Tatiana abrir la puerta y quedarse helada, viendo fijamente a quien está del otro lado. Mientras yo siento como toda la sangre se me agolpa en los pies, de seguro estoy pálida, en cualquier momento podría desmayarme, eso es seguro.

TatianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora