Capítulo 11- "La historia detrás de Tatiana Woods"

43 8 199
                                    

Tatiana

La moto de Natalia se detiene apenas cuando llegamos al estacionamiento de su edificio. Todo en esta ciudad es muy céntrico, por lo que el cementerio en el que me encontraba no estaba muy lejos de aquí.

Ambas bajamos de la moto y vamos en ascensor hasta el piso en el que se encuentra su apartamento. Mientras estamos ahí veo que Natalia envía un mensaje rápido. No logro leerlo, y sé perfectamente que no es de mi incumbencia, pero algo que si logro ver es el nombre.

Nick.

—¿Él...?

No termino la pregunta, aunque creo que ella lo entiende de todas formas. Estuvo ahí desde el principio y sabe cómo fue, como es y cómo era todo entre su hermano y yo.

—No está arriba, si es lo que quieres saber... —dice medio distraída, aun tecleando algo. Poco después lo envía y guarda el teléfono en su chaqueta— Bueno, todo listo, ya le avisé a Jade que estás conmigo.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Para que esa casa no se vuelva un desastre y luego no te anden buscando —empieza a explicar cuando salimos del ascensor y avanzamos por el pasillo—. Además, no creo que se les haga gracioso llegar a pensar que desapareciste de nuevo.

—Algún día serás toda una madre responsable.

—Si, claro ¿Y tú qué?

—Pues, es obvio que yo seré la tía genial que les da dulces y se los lleva de paseo para que mami descanse un rato.

Ella introduce la llave y me sonríe un poco, aunque se detiene antes de abrir la puerta.

—Tatiana...acerca de Nick...

—¿Sabes qué? Mejor déjalo así, fue solo una pregunta, no es como que me interesa saber, eh. —fracaso totalmente tratando de evadir el tema y ella me lo confirma con la mirada que me dedica.

—Deja de preocuparte por lo que él piense que pasó. No te preocupas por el resto, ¿Y te vas a preocupar por lo que crea el estúpido de mi mellizo sobre ti? —enarca una ceja con una pequeña sonrisa. Sé que solo pretende animarme un poco, pero no es así como yo veo las cosas realmente.

—Precisamente.

Ella suspira y pone sus manos en mis hombros. 

—Tatiana, tienes que entender que nuestro queridísimo imbécil tiene el mismo problema que Jade con todo este tema.

—La cosa es que ya no es nuestro queridísimo imbécil, Nat.

—Bah, esos son detalles. —hace un gesto con la mano restándole importancia.

—Claro y ahora me dirás que eso se arregla, que se le va a pasar y que todo volverá a ser como antes.

—Ustedes...

—No. No me vengas tú también con ese tema por favor.

—¿También?

—Blake también preguntó por él.

Ella vuelve a suspirar, esta vez un poco exasperada, y quita la llave de la cerradura.

—Primero: Blake solo quiere ayudar, ella está ahí, metida en medio de las constantes discusiones entre Jade y tú y aunque ella no tenga nada que ver con ninguno de los temas está dispuesta a hundirse con ustedes. —quiero hablar, defender mi punto, pero la verdad es que en esta parte no hay manera de llevarle la contraria.

» Segundo: quizá tú quieras fingir demencia, oh y te aseguro que él también lo hace, pero todos sabemos por qué preguntan, Tat. Ni me sorprendería que a mis padres se les ocurra preguntar, pero no lo harán solo porque— no termina de hablar por qué la puerta de abre y nos encontramos en el señor Steinfield, el padre de mi mejor amiga.

TatianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora