Tatiana

Capítulo 10 "Para eso estamos las amigas"

Tatiana

Ahg, mierda.

Hace mucho que no tenía un dolor de cabeza tan fuerte.

Despierto por culpa de un constante pitido, seguido por lo que parece una canción que me hace sentir como si me palpitara la sien. Estoy segura de que mi cabeza explotará en cualquier momento.

Me remuevo en mi cama, enterrando la cara en la almohada como si eso pudiera ayudarme a desaparecer el dolor infernal de cabeza que cargo en estos momentos. Pero no. Solo logro empeorarlo. Genial.

De pronto todo empieza a llegar a mi cabeza, como imágenes que vienen muy rápido hacia mí y de forma desordenada, desorientándome más de la cuenta.

La fiesta, la música, las bebidas, mi habitación, las cajas, Finn... ¡las cajas!

Mierda.

... el ataque de pánico.

Bueno, ahí estaba el tan esperado ataque que habías estado esperando desde que llegaste al pueblo.

Sí, un ataque de pánico.

Todo de una vez y al mismo tiempo.

Recuerdo incluso haber intentado llamar a Natalia incontables veces, todas sin respuesta alguna.

La verdad es que esto ya no es preocupante, es lo siguiente.

Finalmente, el pitido del demonio parece detenerse... solo para volver a sonar, dos segundos después.

Pero ¿qué...?

Empiezo a buscar a mi alrededor para encontrar a mi teléfono sonando y con la pantalla encendida, mostrando el nombre "Paige".

Genial.

-Hola -mi voz suena más ronca que de costumbre, e incluso eso logra incrementar mi dolor de cabeza.

-Eh, ¿y a ti que te pasó?

Hola, ¿no?

-Nada, una pequeña gripe.

-Deberías de tomar una pastilla o algo para eso.

-Oh, te aseguro que apenas cuelgue me tomo una.

La escucho hablar algo en voz baja con alguien más, una voz masculina, supongo que Alan.

-Hey, Alan pregunta si te has estado tomando lo que te recetaron en el hospital antes de la mudanza y si estás usando las cremas que te mandaron para las cicatrices.

Si, definitivamente era Alan.

-Si... claro -miento, hace mucho que no uso ninguna de esas cosas. Lo hacía estando en la cuidad porque ellos siempre me tenían vigilada y vivían chequeando mi salud todo el tiempo.

-Bien, pero no es para eso que te llamo precisamente...

-Ya. Entonces...

Dios, termina de una vez que con el mal genio que tengo justo ahora porque soy capaz de insultar o incluso matar a cualquiera que se me cruce...

Ooh, entonces estaría bueno que aparezca Drake... a ver si esta vez por fin lo matas.

-Bueno, era para informarte que hoy tienes tu primera cita con tu nuevo psicólogo designado.-su voz suena cautelosa, la verdad no sé qué espera que le responda, pero parece temer de mi reacción.

!Ahg¡

Ya mátenme.

- ¿Hoy?

-Si, resulta que antes de ir a lo de mi trabajo nos pasamos por la cuidad para terminar de arreglar algunos asuntos pendientes, entre ellos la transferencia de tus consultas al consultorio del pueblo.