Capítulo 20

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Pelea de Canes y El Beso del Dementor

Narra Harry

Nunca había formado nunca parte de un grupo tan extraño.

Crookshanks bajaba las escaleras en cabeza de la comitiva.

Lupin, Pettigrew y Ron lo seguían,
como si participaran en una carrera.

Luego les seguían Alex y Andy con las varitas alzadas en caso de que Pettigrew intentara escapar.

Detrás iba el profesor Snape, flotando de manera fantasmal, tocando cada peldaño con los dedos de los pies y sostenido en el aire por su propia varita, con la que Sirius le apuntaba.

Lily y Sam seguían a Sirius y ayudaban a dirigir al profesor Snape

Yo y Hermione cerrabamos la marcha.

Fue difícil volver a entrar en el túnel.

Lupin, Pettigrew y Ron tuvieron que
ladearse para conseguirlo.

Lupin seguía apuntando a Pettigrew con su varita.

Los veía avanzar de lado, poco a poco, en hilera.

Crookshanks seguía en cabeza.

Lily y Sam avanzaron primero para guiar desde adelante al profesor Snape

Yo iba inmediatamente detrás de Sirius, que continuaba dirigiendo a Snape con la varita.

Éste, de vez en cuando, se golpeaba la cabeza en el techo, y tuve la impresión de que Sirius no hacía nada por evitarlo excepto las chicas.

-¿Sabes lo que significa entregar a Pettigrew? -me dijo Sirius bruscamente, mientras avanzaban por el túnel.

-Que tú quedarás libre -respondí.

-Sí… -dijo Sirius-. No sé si te lo ha dicho alguien, pero yo también soy el
padrino de ambos.

-Sí, ya lo sabía -respondió Lily.

-Bueno, tus padres me nombraron tutor suyos -dijo Sirius solemnemente-, por si les sucedía algo a ellos… - esperamos nerviosos.

¿Quería decir Sirius lo que me se
imaginaba?

-Por supuesto -prosiguió Black-, comprendo que prefieras seguir con tus tíos. Pero… medítalo. Cuando mi nombre quede limpio… si quisieras cambiar de casa…

A ambos se nos encogió el estómago.

-¿Qué? ¿Vivir contigo? -pregunte, golpeándome accidentalmente la cabezacontra una piedra que sobresalía del techo

-¿Abandonar a los Dursley?- dijo Lily

-Claro, ya me imaginaba que no querrían -dijo inmediatamente Sirius-. Lo comprendo. Sólo pensaba que…

-Pero ¿qué dices? -dijimos a la vez emocionados, con voz tan chirriante como la de Sirius-.¡Por supuesto que queremos abandonar a los Dursley! ¿Tienes casa? ¿Cuándo nos podemos
mudar?

Sirius se volvió hacia nosotros.

La cabeza de Snape rascó el techo, pero a Sirius no le importó.

-¿Quieren? ¿Lo dices en serio?

-¡Sí, muy en serio!

-Es mucho mejor que estar con esos pesados- dijo Lily

En el rostro demacrado de Sirius se dibujó la primera sonrisa auténtica que había visto en él.

La diferencia era asombrosa, como si una persona diez años más joven se perfilase bajo la máscara del consumido.

Mellizos Potter, La Verdad Del Prisionero De AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora