Capítulo 13

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Gryffindor contra Ravenclaw

Narra Lily

Parecía el fin de la amistad entre Ron y Herms.

Estaban tan enfadados que ninguno de los cinco veíamos alguna posibilidad de reconciliarlos ni siquiera se hablan.

A Ron le enfurecía que Herms no se hubiera tomado en ningún momento en serio los esfuerzos de Crookshanks por comerse a Scabbers, que no se hubiera preocupado por vigilarlo, y que todavía insistiera en la inocencia de Crookshanks y en que Ron tenía que buscar a Scabbers debajo de las camas.

Herms, en tanto, sostenía una y otra vez que Ron no tenía ninguna prueba de que Crookshanks se hubiera comido a Scabbers, que los pelos canela podían encontrarse allí desde Navidad y que Ron había tomado ojeriza a su gato desde el momento en que éste se le había echado a la cabeza en la tienda de animales mágicos.

Aunque pareciera tener razón.

En cuanto a Harry estaba convencido de que Crookshanks se había comido a
Scabbers, y cuando intentó que Herms comprendiera que todos los indicios parecían demostrarlo, la muchacha se enfadó con Harry también.

-¡Ya sabía que te pondrías de parte de Ron! -chilló Herms-. Primero las Saetas de Fuego, ahora Scabbers, todo es culpa mía, ¿verdad? Lo único que te pido, Harry, es que me dejes en paz. Tengo mucho que hacer, Lily, ayudame con la traduccion de runas.

Y sin más me quede haciendo los deberes que eran bastante al lado de Herms, también me quede pensando, en algo, los gatos no dejan así las cosas cuando cazan ¿verdad?

Además no he visto a Crookshanks en ninguna parte.

Ron estaba muy afectado por la pérdida de su rata.

-Vamos, Ron. Siempre te quejabas de lo aburrida que era Scabbers -dijo Fred,
con intención de animarlo-. Y además llevaba mucho tiempo descolorida. Se estaba  consumiendo. Sin duda ha sido mejor para ella morir rápidamente. Un bocado… y no se dio ni cuenta.

-¡Fred! -exclamó Ginny indignada.

-Lo único que hacía era comer y dormir, Ron. Tú también lo decías- intervino George.

-¡En una ocasión mordió a Goyle! -dijo Ron con tristeza-. ¿Te acuerdas, Harry?

-Sí, es verdad -respondió Harry.

-Fue su momento grandioso -comentó Fred, incapaz de contener una sonrisa-. La cicatriz que tiene Goyle en el dedo quedará como un último tributo a su
memoria. Venga, Ron. Vete a Hogsmeade y cómprate otra rata. ¿Para qué lamentarse tanto?

En un desesperado intento de animar a Ron, Harry lo persuadió de que acudiera al último entrenamiento del equipo de Gryffindor antes del partido contra Ravenclaw, y podría dar una vuelta en la Saeta de Fuego cuando hubieran terminado.

Esto alegró a Ron durante un rato

-¡Estupendo!, ¿podré marcar goles montado en ella?- dijo felizmente emocionado

-Podría ser- conteste intentando animarlo.

Así que nos encaminamos juntos hacia el campo de quidditch.

La señora Hooch, que seguía supervisando los entrenamientos de Gryffindor para cuidarnos a Harry y a mi, estaba tan impresionada por las Saetas de Fuego como todos los demás.

Tomó la de Harry en sus manos antes del comienzo y les dio su opinión profesional.

-¡Miren qué equilibrio! Si la serie Nimbus tiene un defecto, es esa tendencia a escorar hacia la cola. Cuando tienen ya unos años, desarrollan una resistencia al avance. También han actualizado el palo, que es algo más delgado que el de las Barredoras. Me recuerda el de la vieja Flecha Plateada. Es una pena que dejaran de fabricarlas. Yo aprendí a volar en una y también era una escoba excelente…

Mellizos Potter, La Verdad Del Prisionero De AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora