Capítulo 14

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El Rencor de Snape, Un Viaje Fallido a Hogsmeade

Narra Harry

En la torre de Gryffindor nadie pudo dormir aquella noche.

Sabían que el castillo estaba volviendo a ser rastreado y todo el colegio permaneció despierto en la sala común, esperando a saber si habían atrapado a Black o no.

La profesora McGonagall volvió al amanecer para decir que se había vuelto a escapar y vi que Lily solto un suspiró que no supe interpretar.

Por cualquier sitio por el que pasaran al día siguiente encontraban medidas de
seguridad más rigurosas.

El profesor Flitwick instruía a las puertas principales para que reconocieran una foto de Sirius Black.

Filch iba por los pasillos, tapándolo todo con tablas, desde las pequeñas grietas de las paredes hasta las ratoneras.

Sir Cadogan fue despedido.

Lo devolvieron al solitario descansillo del piso séptimo y lo reemplazó la Señora Gorda.

Había sido restaurada magistralmente, pero continuaba muy nerviosa, y accedió a regresar a su trabajo sólo si contaba con protección.

Contrataron a un grupo de hoscos troles de seguridad para protegerla.

Recorrían el pasillo formando un grupo amenazador, hablando entre gruñidos y comparando el tamaño de sus porras.

Lily y yo no pudimos dejar de notar que la estatua de la bruja tuerta del tercer piso seguía sin protección y despejada.

Parecía que Fred y George estaban en lo cierto al pensar que ellos, y ahora Harry, Ron, Sam, Andy, Alex y Hermione, eran los únicos que sabían que allí estaba la entrada de un pasadizo secreto.

Y hablando de mi hermana y sus amigas no las he visto y junto con Hermione desaparecían en la biblioteca y realmente me ha dejado de lado, tal vez por los estudios es mejor dejarlo esta vez 

-¿Crees que deberíamos decírselo a alguien? -pregunté a Ron cuando pasamos por allí.

-Sabemos que no entra por Honeydukes- dijo Ron-. Si hubieran forzado la entrada de la tienda, lo habríamos oído.

Me alegré de que Ron lo viera así.

Si la bruja tuerta se tapara también con tablas, ni yo ni Lily ya no podría volver a Hogsmeade.

Ron se convirtió de repente en una celebridad.

Por primera vez, la gente le prestaba más atención a él que a mi o a Lily, y era evidente que a Ron le complacía.

Aunque seguía asustado por lo de aquella noche, le encantaba contarle a todo el mundo los pormenores de lo ocurrido.

-Estaba dormido y oí rasgar las cortinas, pero creí que ocurría en un sueño. Entonces sentí una corriente… Me desperté y vi que una de las cortinas de mi cama estaba caída… Me di la vuelta y lo vi ante mí, como un esqueleto, con toneladas de pelo muy sucio… empuñando un cuchillo largo y tremendo, debía de medir treinta centímetros, me miraba, lo miré, entonces grité y salió huyendo.

-Pero ¿por qué se fue? -me preguntó Ron cuando se marcharon las chicas
de segundo que lo habían estado escuchando.

Yo me preguntaba lo mismo.

¿Por qué Black, que se había equivocado de cama, no había decidido silenciar a Ron y luego dirigirse hacia la de Harry? Black había demostrado doce años antes que no le importaba matar a personas inocentes, y en aquella ocasión se enfrentaba a cinco chavales indefensos, cuatro de los cuales estaban dormidos.

Mellizos Potter, La Verdad Del Prisionero De AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora