¿Quién envio Las Saetas de Fuego?
El soplo de HermioneNarra Lily
Ni Harry ni yo sabíamos muy bien cómo nos las arreglamos para regresar al sótano de Honeydukes, atravesar el pasadizo y entrar en el castillo.
Lo único que sabía era que el viaje de vuelta parecía no habernos costado apenas tiempo, Harry y yo no nos dábamos cuenta de lo que hacíamos, porque en nuestras cabezas aún resonaban las frases de la conversación que acabábamos de oír.
¿Por qué nadie le había explicado nada de aquello?
Dumbledore, Hagrid, el señor Weasley, Cornelius Fudge… ¿Por qué nadie nos había explicado nunca que nuestros padres habían muerto porque los había traicionado su mejor amigo?
Sin que nadie me viera fui al bosque prohibido con Harry siguiendome los talones, estaba muy enojada, y quería aliviar mi enojo.
Encante mi cuerpo con los hechizos del libro que Alex, y mire el troco más grueso y me asegure que no hubiera ninguna criatura allí
Y bajo la mirada de Harry comence a golpear el tronco con todas mis fuerzas cinco, veinte, sesenta, y seguían subiendo la lluvia de golpes y patadas en el árbol, Harry no se atrevió a decirme nada en cambio me pidio que lo encantara y comenzo a golpear el árbol también.
Ambos liberamos nuestro enojo de una manera furiosa con una lluvia de golpes mientras Alora nos miraba con pena.
Ya estaba atardeciendo, y estabamos sudando ambos teníamos lágrimas en los ojos y maldeciamos a Sirius Black en voz alta.
Nos fuimos a la torre de Gryffindor después de eso y nos cambiamos nos duchamos y bajamos a la cena sin hablar con los demás.
Los cinco nos observaron intranquilos a Harry y a mi durante toda la cena, (Andy le conto todo a Alex y se sentó con nosotros bajo la mirada recelosa de los Gryffindor), sin atreverse a decir nada sobre lo que habían oído, porque Percy estaba sentado cerca.
Cuando subimos a la sala común atestada de gente, descubrimos que Fred y George, en un arrebato de alegría motivados por las inminentes vacaciones de Navidad, habían lanzado media docena de bombas fétidas.
Harry y yo, que no queríamos que Fred y George nos preguntaran si habíamos ido o no a Hogsmeade, fui con el a hurtadillas hasta el dormitorio de los chicos.
Harry abrió el armario.
Echamos todos los libros a un lado y rápidamente encontramos lo que buscábamos.
El álbum de fotos encuadernado en piel que Hagrid nos había regalado hacía dos años, que estaba lleno de fotos mágicas de nuestros padres.
Nos sentamos en la cama, corrimos las cortinas y mi hermano comenzó a pasar las páginas hasta que…
Se detuvo en una foto de la boda de nuestros padres.
Nuestro padre saludaba con la mano, con una amplia sonrisa.
El pelo negro y alborotado que Harry había heredado se levantaba en todas direcciones, una débil sonrisa salió de mis labios.
Nuestra madre, hermosa y vestida con un hermoso vestido blanco que hacia resaltar su cabello rojo con un delicado toque de maquillaje, radiante de felicidad, estaba tomada del brazo de nuestro padre.
Y allí… aquél debía de ser.
El padrino.
Harry y yo nunca le habíamos prestado atención.
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Mellizos Potter, La Verdad Del Prisionero De Azkaban
FanfictionComienza otro año con nuestros gemelos Potter quienes esperan ir de nuevo a las clases de Hogwarts sin estar cerca de sus tíos queriendo ir a un nuevo lugar Hogsmeade el pueblo dedicado solamente a la magia, pero un nuevo problema se les viene este...